⌗Chapter 4

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Ya había pasado casi una semana desde que Águeda había llegado al castillo, todo seguía igual, Iván explotándola hasta no poder, hablando con Theo de ves en cuando, mientras iba aprendiéndose el nombre de los trabajadores del lugar.

Una mañana, se levantó temprano como de costumbre, para dirigirse al cuarto de su señor. Mientras subía las escaleras pudo sentir dos voces que no pudo reconocer... Una curiosidad entró en ella, asomando un poco la cabeza para saber de quien se trataba.

-Haaah... No fue nada fácil ir una semana entera allá... Por poco dormimos en la calle...- Un chico alto de pelo claro con un acento francés bien marcado se dirigía a una mujer, una de pelo rizado y anaranjado.

-No te quejes, al menos fue menos peligroso que salir aquí, además, era un reino bastante bonito- La mujer habló, trayendo consigo un gran bolso.

-Hum...- El lacayo protesto, antes de sentir la mirada de alguien. Dio vuelta la cabeza, para percatarse de Águeda, la que a penas fue consciente que su presencia estaba siendo notada, subió rápidamente las escaleras para ir a atender a Iván.

-¿Huh..? ¿Y ella quien era?- El chico dijo, levantando una ceja.

-Deja de distraerte, vamos a llevarle esto a Amanda, debe empezar ahora mismo con Hernán a preparar la comida para la llegada del prometido de la señorita Eleonor.- Exclamó la doncella, llevándose del brazo al chico.


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Águeda llegó a la habitación de Iván después de darse un par de vueltas por los pasillos, aún le costaba recordar las habitaciones...

Ella tocó la puerta, seguido de la voz de Iván dejándola pasar. La chica pasó, mirando arriba y dándose cuenta de la mirada severa que tenía el príncipe sobre ella.

-Llegas cinco minutos tarde.- Dijo, sin parecer nada contento...


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El día siguió horriblemente cansador para nuestra doncella, yendo de arriba abajo, trayendo diferentes cosas y más.

Fue que cuando estaba pasando por los pasillos trayendo un vaso de agua para su señor, que escuchó de nuevo la voz del chico de la mañana, y la de Theo para variar, hablando en un idioma que no podía entender... ¿Francés?

Miró como pasaban un poco extrañada, en serio no entendía nada de lo que decían... Hasta que Theo se percató de su presencia, saludándola con la mano.

-¡Águeda! Comment allez-vous- Ejem... Perdón, ¿Cómo estás?- Dijo el pelirrojo, sonriendo un poco. Águeda le sonrió también, antes que una voz interrumpió el encuentro de los dos.

ᯓ★𝑉𝑒𝑛𝑜𝑚𝑎𝑛𝑖𝑎 𝐾𝑖𝑛𝑔𝑑𝑜𝑚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora