Su Boca Gitana
Estaba preocupado, hace 3 días que no había aparecido por casa y no me había contestado los mensajes ni las llamadas, aunque no sea la primera vez que me hace lo mismo, no podía evitar sentirme preocupado cuando desaparecía. Mi móvil sonó avisandome que tenía un mensaje, corrí hasta él y abrí el mensaje.
Michelle:
《Ya estoy llegando a casa, prepara la cena.》
Así era ella, ninguna explicación, ninguna disculpa, nada. Solamente pedía cosas, y nunca decía "Por favor" pero yo no podía decirle nada, mi miedo a perderla no me permitía reprocharle nada, y ella lo sabía.
Fui a la cocina y empecé a preparar su comida favorita, y a prepararme mentalmente, porque sabía que cuando ella llegara, me doleria verla. Aunque ya había pasado esto muchas veces, no me acostumbraba a verla con ropa demasiado reveladora y con aroma a perfume de hombre.
Cuando estaba terminando de preparar la cena, la puerta de entrada se abrió, se escucharon pasos y el aroma a alcohol mezclado con sudor y perfume de algún hombre se filtró por mi nariz.
-Hola Will.-dijo dándome un corto beso en los labios.
-Hola, cariño. ¿Dónde estuviste?- le pregunté poniendo los platos en la mesa, ella se sentó y yo hice lo mismo.
-Ya te había dicho Will que estaba con mis amigas.-respondió con molestia mientras comia.
-¿Amigas? ¿Entonces porque traes perfume de hombre?-le pregunté, aunque sabía que no me iba a contestar, esta discusión la teníamos siempre.
-¡No empieces William! Estuve con mis amigas, no me molestes, estoy comiendo.-dijo molesta, no entendía cómo ella podía estar molesta cuando yo tendría que estarlo, pero otra vez ganó el miedo a perderla, así que decidí que lo mejor sería quedarme callado, como tantas veces lo había hecho ya.
-Lo siento, no quise molestarte.-susurré, mirándola, ella no dijo nada y continúo comiendo- Michelle.- la llamé y ella me miró- Te amo.
-Me voy a dar una ducha.-dijo levantándose y dejando el plato en el fregadero, para luego salir de la cocina y subir las escaleras.
Siempre era lo mismo, yo le decía "Te amo" y ella cambiaba de tema, sabía que no me amaba, pero por lo menos podía mentir para que yo no sufriera tanto.
Conocí a Michelle hace un año y medio en un Club nocturno, bailamos toda la noche y después terminamos en una habitación, no nos conocimos de la mejor manera pero en ese tiempo era muy mujeriego así que no me importaba mucho. Luego empezamos a coincidir en muchos lugares, nos pasamos nuestros números y empezamos a salir a citas y conocernos, después de medio año teniendo citas, me di cuenta de que estaba perdidamente enamorado de ella así que le pregunté si quería ser mi novia, ella aceptó y desde hace un año estamos juntos.
Mis amigos me decían que no era buena idea estar con ella, que no era una buena chica y que ella no me amaba, y yo lo sabía pero estaba tan enamorado que pensé que mi amor por ella era tan grande que alcanzaría para los dos, o eso creía. Hace medio año que Michelle sale con sus "amigas" y van a algunos club, pero ella siempre vuelve con perfume de otro hombre, al principio me enojaba y discutíamos sobre eso, pero una vez ella me dijo que si seguía reprochandole nuestra relación se terminaba, tuve tanto miedo de perderla que ya no le reprocho mucho y evito las peleas. Sé que soy un idiota, sabiendo que mi novia me engaña y no hago nada.
Me puse a pensar que mierda había hecho para tener que pasar por esto, y los recuerdos volvieron a mi, hace 2 años atrás aquella noche, allí fue donde empezó mi maldición.
《Ella no dijo nada, se quedó como quedan los cuerpos inertes vacíos de alma, con el sueño tan roto, con la cara tan blanca, mientras la soledad le arrugaba el vestido trepando a su falda.
Ella no dijo nada, ni una sola palabra, aquella fría noche mientras yo la dejaba. El espanto a sus ojos, le ahueco la mirada y mezclándose el rimel dos lágrimas negras tiñeron su cara, juro que me dio miedo, verla así me asustaba, que apure la partida y sin despedida me fui de la casa, pero al cruzar la puerta, me gritó con el alma, me lanzó con dolor la peor maldición esa Boca Gitana.
"Ojalá te enamores, ojalá te confundan los aromas, tantas flores; Ojalá que la lluvia cuando caiga no te moje, y que sientas bien lento como el corazón se rompe. Ojalá te enamores, Ojalá que la esperes una, diez y cien mil noches y se cuando ella vuelva no te animes al reproche, aunque traiaga consigo el perfume de otros hombres, Ojalá te enamores como nadie en la tierra, Ojala te enamores de alguien que jamás te quiera."
Fue tan loco aquel grito, que al salir de la casa, corrí ciego del miedo por aquella calle con la sangre helada,fue tan sabía la frase, tan salida de su alma, que sentí aquella noche como su deseo marcaba mi karma.》
Ahora vivo perdido y amando a quien no me ama, cumpliendo con dolor esa cruel maldición de Su Boca Gitana.
FIN.