Introducción

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Henry llegaba exhausto a su casa, directo al baño para poder tomar una ducha, con mucho cuidado de no despertar al chico dormido en la pequeña cama.

Limpiaba su cuerpo adolorido bajo la lluvia artificial helada, sus músculos se destensaban bajo esta pero se volvían a tensar cuando el agua tocaba sus heridas, limpiando la sangre seca de ahí.
Limpio toda la sangre de su cuerpo y se terminó de bañar. Salió y se secó bien, poniéndose una sudadera y un jogger grises; era noviembre y comenzaba a hacer bastante frío, aparte le servía para las heridas visibles en su cuerpo.

Se acostó a lado de su novio, en aquella cama pequeña pero cómoda que siempre los resguardaba de todo y era testigo de su amor.
Lo abrazó por la cintura y se acurrucó en el cuerpo del contrario, sintiendo como éste lo abrazaba aún dormido. Con el cansancio destrozando su cuerpo, durmió, soñando en una vida mejor para él y el amor de su vida, vida que pronto conseguirían.

Despertó enredado en los brazos y piernas de su amor, recargado en su pecho escuchaba la respiración lenta y calmada de Víctor, quien se encontraba viendo al techo y acariciando el cabello de Martín.

"¿Cómo te fue anoche, amor?" Preguntó rompiendo el silencio.

"Bien... estuvo fácil." Respondió. Odiaba mentirle a Guzmán.

"¿Llegaste tarde?" Seguía acariciando el cabello de Henry.

"Como a las cuatro" Se separó del pecho de Víctor y se estiró para besarlo, siendo recibido gustosamente.

Se levantaron para lavarse los dientes y comenzar con su rutina diaria.
Desayunaron las sobras del día anterior y se empezaron a apurar para prepararse para trabajar.

Víctor trabajaba de mesero en una taquería pequeña y Henry de ayudante de un mecánico cerca del trabajo de Víctor, así se conocieron.

Les pagaban lo justo y suficiente para sus rentas y sus comidas, tratando de conseguir más dinero a cualquier costa.

Se subieron juntos al camión y Henry se bajó dos paradas antes que Víctor, despidiéndose disimuladamente. Ambos llegaron a sus trabajos y comenzaron sus jornadas laborales.

Ocho horas pasaron y ambos estaban regresando juntos en el mismo camión, el cual ya iba más vacío y pudieron sentarse juntos, estaban cansados, demasiado.
Llegaron al pequeño departamento que rentaban, después de haber pasado por la tienda a comprar algo para hacer de cenar, ambos comían en sus respectivos trabajos, así que solo llegaban a cenar y dormir.

Víctor, se encontraba ahora preparando la cena y viendo como Henry se limpiaba del arduo trabajo en el taller. Se sentaron a cenar, platicando sobre su día.

Una vez terminaron, Víctor comenzó a lavar los trastes y guardar las sobras para el día siguiente y Henry preparó sus cosas para irse al "bar en el que trabajaba de guardia".
Se despidieron y Víctor se fue a dormir. Sin embargo, Henry se dirigía al carro que lo esperaba en la esquina. Se subió y sin palabra alguna arrancaron.

Llegando al destino, se bajaron juntos apresurándose, llegaban tarde, como siempre.

Henry se comenzó a preparar, escuchando los golpes y el escándalo de toda la gente allá afuera. Escuchó el fin de la pelea anterior, comenzando a los minutos a anunciarlo a él.
Se paró, se puso su bucal y, antes de ponerse sus guantes, besó una foto tamaño infantil de su pocho, foto que siempre llevaba a todos lados.

Dejó la foto junto a sus cosas y salió, levantando las manos y oyendo toda la buya de las personas extasiadas al verlo. Habían al rededor de quinientas personas en el recinto esa noche, y él se hacía cada pelea más popular.

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2024 ⏰

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