No podemos ser felices ¿verdad?

Epílogo

Ya habían pasado algunas semanas desde que Gavi había despertado del coma y la mayoría de cosas cambiaron desde eso, pues ahora tenían más cuidado con la mayoría de cosas que harían y aunque a veces Gavi se enojara porque era demasiado sobreprotector. Pero no podía evitarlo por el simple hecho de que no quería volver a perder a Gavi.

Desde que Gavi había despertado le había pedido permiso al club para poder ausentarse por algún tiempo para pasar la mayoría del tiempo que pudiera a su lado.

Los primeros días nos la habíamos pasado saliendo junto con Klara a algunas citas buscando recuperar el tiempo que habíamos perdido.

En este momento me encontraba preparando las palomitas ya que tendríamos una noche para nosotros solos, porque a Klara se la habían llevado los padres de Gavi mencionando que ocupamos un tiempo solos.

Cuando inició la película me acerque a Gavia para abrazarlo, a la mitad de la película voltee a verlo para comentarle algo pero me di cuenta de que estaba dormido por lo que me apresure a apagar la televisión para después cargarlo y llevarlo a la habitación para que pudiera dormir agusto.

Dos días después me encontraba preparando todo pues Gavi y yo ya volveríamos a ir a los entrenamientos del club para ponernos al corriente para el inicio de temporada, y también volver a llevar a Klara a la guardería.

Durante todo el camino lo único que se escuchaban eran las risas junto con algunos balbuceos y palabras inconclusas por parte de Klara haciéndonos sonreír a un más.

Esa era su rutina de todos los días menos los domingos, todos los días sentía que toda su familia estaba completa pero una parte de mi sabía que no todo estaba completo y faltaba algo importante pero no lograba descifrar qué era.

Estuve durante varios días pensando en qué era eso que faltaba hasta que escuche como uno de mis compañeros de equipo se iba a casar.

Desde ese momento me puse a pensar si era adecuado pedírselo ya que no sabía si Gavi quería eso y aparte no quería que se sintiera obligado a aceptar. Lo tuve que pensar por algunos días hasta que decidí proponérselo y esperar a que todo resultará bien.

Me encontraba haciendo una lista sobre qué tipo de propuesta podría hacer, pues quería que fuera un momento romántico y especial.

De todas las opciones al final elegí pedírselo con un pequeño juego de pistas, donde pondría una en la casa para que la encontrara las otras, y al final yo esperaría en el último punto donde también tendría preparada una sorpresa.

Cuando ya tenía listo como se lo iba a proponer me puse a buscar tiendas de joyería para buscar el anillo perfecto. Mientras visitaba las joyerías me iba rindiendo poco a poco ya que ninguna tenía algún anillo que pudiera representar todo lo que sentía por Gavi.

Tuvieron que pasar varios días hasta que encontré el anillo perfecto, era de oro blanco con pequeños detalles de diamantes haciéndolo lucir perfecto y no podía dejar de imaginar a Gavi luciendo ese anillo.

Estaba esperando a que Gavi llegará pero por los nervios revisaba todo a cada rato ya que no quería que saliera mal.

Cuando escuche el sonido de un carro acercándose me apresure a tomar un poco de agua buscando calmarme un poco.

Hola -murmuré cuando vi a Gavi acercarse.

Hola... ¿Qué hacemos aquí? -preguntó mientras veía a los lados.

Estamos aquí porque debemos de hablar de algo importante -conteste mientras me acercaba a él.

¿Sobre qué debemos hablar? -volvió a hablar haciendo que tratara algo de saliva para agarrar valor.

Desde que iniciamos una relación sabíamos que no iba hacer fácil ya que iba a ver muchas personas juzgandonos Pero aun así decidimos continuar con lo nuestro, mientras pasábamos más tiempo juntos nos fuimos conociendo más y cada día me enamoraba más de ti -comente agarrando un poco de aire- con esto que acaba de pasar me di cuenta de que no quiero separarme de ti nunca más así que quiero preguntarte ¿Me darías el honor de ser tu esposo? -pregunté mientras me arrodillaba y abría la pequeña caja de terciopelo revelando el anillo.

¡Claro que si acepto ser tu esposo! -contestó Gavi después de unos segundos mientras soltaba algunas lágrimas.

Rápidamente me puse de pie y me acerqué con cuidado deslizando el anillo por su dedo -Prometo hacerte el hombre más feliz.

Cuando termine de decir me acerque a darle un pequeño beso mientras lo abrazaba.