«¿Por qué cada vez que voy a un funeral llueve?» se preguntó así misma la señorita Charlotte mientras oía la lluvia caer. «¿Será que el cielo extraña tanto a las personas que se fueron que no puede evitar llorar también?»
Extendió su mano libre por fuera del paraguas que sujetaba para sentir las gotas de agua caer sobre su palma. «¿O quizás el cielo se torna gris y las gotas caen en una especie de acto ceremonial de despedida? Un último adiós, en un ambiente lúgubre y taciturno. Digno de algo tan triste como lo es decir a adiós a un ser querido». Bajó su mano nuevamente. «O quizás. Solo quizás, estoy loca... si, probablemente».
—Oye Lottie, —le dijo suavemente la chica parada junto a ella. Su voz sonaba quebrada, esto por haber estado llorando por un rato— ¿puedo preguntarte algo?
—Si, por supuesto Betty. —Respondio Charlotte a su querida amiga Beatriz.
—¿Cuantos años más crees que llegaremos a vivir? ¿Serán vidas largas? ¿seran felices?... —Con cada palabra su voz perdia fuerza hasta terminar casi en un susurro.
—Por dios, Betty, siempre haces las preguntas más inverosímiles. —Charlotte solto una pequeña carcajada. Acerco su mano a la mejilla de su amiga y pudo sentir sus lágrimas recorriendo el dorso de esta— Oye, no llores ¿si? Te pones demasiado sentimental en los funerales.
—¿Tu no? Los funerales son tristes. Tener que decir adiós a tus seres queridos, verlos por última vez... oh, bueno, en tu caso no jeje. Ay no, lo siento, no quise decirlo de esa forma. Ay no, que tonta, ¡no me odies! —Exclamó a viva voz Beatriz.
—Betty, calmate ¿si? —Charlotte poso su mano sobre el hombro de Beatriz— No me molesta. Estoy segura de que viviremos vidas largas y plenas. Y lo del final bueno, fue ingenioso supongo, jeje.
—Jajaja si– No, espera, ay no, no debería reírme así. Estamos en un funeral. —Se tapó la boca con las manos.
—Eres todo un caso Betty. —Beatriz era una persona muy ruidosa, a veces imprudente y bastante transparente. Y eso era lo que a Elizabeth le encantaba de ella.
—Jeje supongo. En cambio tu siempre te mantienes muy digna, muy seria y regía. Cosas como esta no deben ser nada para ti.
Charlotte fruncio un poco él seño. —Bueno, en realidad–
—Disculpe, señorita Beatriz, ¿podría acompañarme un momento? —De repente un señor que Charlotte no conocia muy bien, pero Beatriz si, se entrometio solicitando la presencia de esta. Beatriz se volvió para verlo.
—Oh si, por supuesto señor Edward– no, espere, —Se volvió para ver a Charlotte nuevamente— Estabas a punto de contarme algo, ¿no Lottie?
—¿Lo estaba? No, para nada, te equivocas. Tranquila, ve con el señor Edward. Debe ser algo importante. Yo te espero aquí.
—...Bueno, esta bien, nos vemos luego entonces. —Beatriz no quedó muy convencida con esas palabras pero parecía que Charlotte realmente no quería hablar de eso, así que respeto sus deseos y no insistió más.
—Si, nos vemos. —Se despidió Charlotte con una mano.
—Con su permiso señorita Charlotte —Edward se despidió también y empezó a alejarse junto con Beatriz.
Cuando Charlotte dejó de escuchar los pasos de Beatriz y Edward, soltó un respiro de alivio.
Hace un momento, casi hablaba demás y decía algo que era mejor no decir.
La verdad es que Charlotte no tiene una percepción tan neutral y tranquila acerca de la muerte. En realidad la muerte era un tema muy delicado y complejo para ella. Pero no podia dejar que Beatriz supiera eso.

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50 Años
Short StoryLa muerte es un destino que todos compartimos. ¿Nuestras vidas pueden pasar totalmente desapercibidas? Cuandk dejemos este mundo, solo quedarán los recuerdos de quienes nos quisieron en vida. ¿La cantidad de personas que nos extrañen al morir es rel...