Capítulo 3 (El despertar)

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El aire estaba cargado, pesado como si el bosque mismo estuviera conspirando en mi contra. Me apoyé contra el tronco de un árbol, tratando de controlar mi respiración. Mi pecho subía y bajaba descontrolado, cada inhalación un riesgo, como si incluso el sonido más leve pudiera delatarme.

Con cautela, me asomé apenas unos centímetros, lo justo para ver lo que estaba sucediendo al otro lado del tronco. Allí estaba él, moviéndose con una gracia inquietante, como un depredador acechando a su presa. Sus ojos escaneaban la oscuridad, y aunque parecía distraído, había algo en la forma en que inclinaba la cabeza, como si escuchara algo que yo no podía percibir.

El miedo me calaba hasta los huesos, pero cuando lo vi girar y alejarse, una chispa de esperanza prendió en mi interior. Quizá no sabe exactamente dónde estoy... quizá... puedo escapar.

Reuniendo cada fragmento de valor que me quedaba, me empujé fuera del árbol y comencé a correr en dirección contraria. Mi único objetivo era alejarme lo más posible de él, de ese monstruo.

Pero mi esperanza se esfumó en un instante. Apenas había avanzado unos metros cuando choqué contra algo sólido, algo que no debería estar ahí. Tropecé hacia atrás, levantando la mirada, y lo vi.

El vampiro estaba frente a mí, su figura masculina bloqueando mi camino. Su rostro estaba iluminado por la luz de la luna y me revelo aquellos ojos rojos y con venas que surgian desde los ojos, y esa sonrisa asesina apareció en sus labios.

—¿De verdad pensaste que podías escapar? —dijo, con una voz que era un susurro y una amenaza a la vez.

Mi corazón se detuvo por un momento. Había dado la vuelta, estaba jugando conmigo, y ahora no había a dónde correr.

El suelo frío y húmedo parecía tener vida propia mientras me resbalaba hacia atrás, intentando mantener la distancia entre el vampiro y yo. Mis manos buscaron desesperadamente algo en qué apoyarme, pero la mala suerte parecía estar de mi lado: una piedra afilada rasgó la parte superior de mi mano izquierda, dejando una línea roja que empezó a brotar. Gruñí por el dolor, y el vampiro sonrió con una satisfacción casi morbosa

— Qué imprudente eres...-murmuró con voz grave, mientras sus ojos brillaban como brasas en la oscuridad.

Lo vi inclinar la cabeza hacia un lado como si disfrutara del espectáculo, y entonces sus colmillos crecieron. Era la primera vez que veía a un vampiro tan cerca y en ese estado. Mis padres siempre me habían protegido, nunca permitiendo que experimentara este lado de su naturaleza. Ahora, frente a la muerte, todo parecía una cruel ironía.
Sentí que mi cuerpo se congelaba. La esperanza se había desvanecido como el último rayo de luz. Cerré los ojos, esperando el golpe fatal. Pero, en un instante, un borrón oscuro pasó frente a mí con una velocidad inhumana. El vampiro que me acechaba fue arrancado de su lugar, desapareciendo en la espesura junto con aquella sombra.

Apreté los labios, temblando, y me forcé a mirar. Unos metros más adelante, la figura de una chica delgada y pálida, de cabello negro, estaba encima del vampiro, inmovilizándolo. El pánico me invadió de nuevo cuando ella giró la cabeza hacia mí: sus ojos eran idénticos a los de la criatura que había intentado matarme.

Me paralicé, incapaz de moverme, hasta que el vampiro logró empujarla violentamente, enviándola varios metros lejos. Antes de que pudiera reaccionar, la sombra masculina que había creído lejos apareció otra vez: un chico, cabello negro y corto, con los mismos ojos oscuros y brillantes.Se lanzó contra el vampiro que había vuelto a avanzar hacia mí, y ambos chocaron en un torbellino de fuerza y velocidad.

El sonido de la pelea era salvaje, animalesco. Los golpes resonaban en el bosque como si estuvieran destrozando los mismos árboles. Por un momento, pensé que estaba a salvo pero todo terminó en un suspiro: el hombre lanzó al chico por los aires con una fuerza descomunal y volvió a girarse hacia mí
Intenté correr, pero mi cuerpo no reaccionaba como quería. Una fuerza abrumadora me arrastraba hacia el miedo y la desesperación. El vampiro estaba casi encima de mí cuando la chica apareció de nuevo, arrojándose contra él como un depredador. Ambos cayeron al suelo enredados en una violenta lucha.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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