Las Chicas de Bandit

Cap. 1: Chocolate Caliente

          El sol se avecinaba por el horizonte para dar comienzo a un nuevo día más para la vida de Bandit Heeler que despertaba solo en su gran cama matrimonial teniendo ya la costumbre de amanecer así ya hace un par de años atrás, la acompañante que juro amarlo toda la vida lo terminará abandonando después de encubrirse en el acto más vil como viejo en todo este mundo, "infidelidad ", y sobre todo en excusarse en una de las frases más absurdas que jamás pensó de que salieran por su boca, "él me hace sentir cosas que contigo ya no", clamo al aire cuando estaba en planta baja. Es lo último que escucho de ella cuando tomo sus maletas y escapo por el portal de su casa con alguien que era mucho más mozuelo que su ex esposa.

         Aquellos recuerdos no deseaban que volvieran a su mente, de tan solo recordar ese escenario de encontrarlos en la sala fue más destructivo que cualquier ojiva nuclear fabricada por cualquier perro pero sobre todo más por sus hijas que sufrieron aquel suceso traumante de ver a su madre irse con alguien más, era mejor que no estuviera ahora en su presente aquel recuerdo atroz que le pesaba tanto en un corazón herido del cuál tardo bastante en sanar por completo, no quería recaer en algún tipo de depresión .

          Lo que más le dolía al principio era fingir una sonrisa y secar sus lágrimas saladas de su rostro para estar bien delante de sus hijas al no tener en cuenta lo derrotado que se encontraba, lo que más deseaba era la felicidad de su duo favorito de jóvenes que estaban bajo su cuidado.

- Ok, muchacho es hora de empezar el show, se alentaba constantemente todos los días para dar inicio a su rutina de salir a correr todas las mañanas que en cuestión de unos meses se volviera como un hábito para él, no tanto como al principio que no le llamaba bastante la atención por el abismo emocional en el que se encontraba pero ahora encontró un gozo significativo a este pasatiempo que más que le hace algún bien físico es una buena manera de poder superar su pasado y salir adelante por sus hijas.

          Sentándose al filo de la cama para ponerse sus pantuflas preferidas y con los ánimos que sobresalían de su ser que cualquiera que lo viera diría que es una persona con positivismo para todo y que nada y nadie pudiera derrumbarlo. Solo giro su cabeza para agarrar su reloj muñequero, en ese instante miro la foto de él y de su ex esposa que aún se encontraba en la mesita de noche. Una foto que ilustraba el eterno amor que se tenían en el día de su boda, ella con su hermoso vestido blanco mientras él usaba su reluciente esmoquín negro luciendo una de las vestimentas más clásicas para su casamiento.

-  Ya te superaré...Chilli - musitó con las cejas caídas por la melancolía que sentia aún en su cansado corazón .

          Una vez alistadas sus bandanas para absorber el sudor que sacaría por su rutina se dispuso a salir de su cama temprano teniendo en mente ir con dirección hasta la cocina y prepararse una exquisita taza de café, algo que le encantaba en gran medida hacer cada amanecer y obtener energías suficientes con lo que pueda culminar bien su día.

          Llegó al pórtico de su hogar con un tomatodo lleno de agua fría con lo que recuperará energías ante su agotadora sesión de ejercicio. Miro a la casa que estaba al lado suyo, una chica casi de la misma edad que su hija mayor Bluey se alistaba para salir a correr, colocandose una bandana de deporte en su frente y unas muñequeras de algodón fuxia dejando hacer juego con unos aretes casi del mismo color que tenía en sus orejas.

-Ouhhh, Buenos días Señor Heeler - saludo con su brazo extendido moviendolo de un lado a otro la joven Chow Chow con una sonrisa y vibrante aura de energía que irradiaba de su ser.

- Igualmente, buenos días Judo - devolvería el saludo matutino de su joven vecina con una sonrisa comprensible la cual saldría junto a ella para iniciar su recorrido.