Mi historia de amor con un Youtuber

Capítulo 1. ¿Amor o amabilidad?

Era un día común y corriente en el que me encontraba navegando por YouTube, buscando algo nuevo para ver. Había pasado varias horas viendo videos de mis youtubers favoritos cuando, de repente, me topé con un video que me llamó la atención. No era uno de esos grandes canales conocidos, sino más bien uno de esos en los que tienes que ser un verdadero fan para encontrarlo.

El título decía "HUYENDO DE BONNIE" y el nombre del canal era Héctor Glez. No había visto muchos videos suyos antes, pero algo en su estilo me hizo darle play. Desde el primer segundo, me enganchó. Era fresco, espontáneo, y tenía una forma de hacer las cosas tan natural que no pude evitar reírme a carcajadas.
Su manera de interactuar con la cámara, sus bromas y las ocurrencias que soltaba me hicieron sentir como si fuéramos viejos amigos...

A medida que pasaban los días, me convertí en una espectadora habitual de su contenido, a veces, comentaba en sus videos, pero no esperaba que me respondiera. Él era un chico simpático, pero no era tan grande en seguidores como los demás, así que pensaba que no habría manera de que algún día nos cruzáramos en persona.
Sin embargo un día mientras revisaba mi cuenta de YouTube, noté algo diferente: Héctor había respondido a uno de mis comentarios. Era un simple "gracias, Rebeca!" pero para mí, fue como si el mundo se hubiera detenido por un segundo! Mi corazón dio un salto, y no pude evitar sonreír como una tonta. Era un simple gesto, pero para mí, significaba mucho.
A partir de ahí, comencé a comentar más seguido en sus videos. Aunque al principio solo veía sus respuestas como algo casual, con el tiempo, empecé a notar que Héctor me mencionaba un poco más a menudo. Al principio, pensé que solo era por pura coincidencia, pero algo me decía que había algo más. Los mensajes eran cortos, pero cada uno me hacía sentir especial...

Un día, después de ver un video de Héctor sobre Killer in Purple 2 , decidí atreverme a enviarle un mensaje directo en Instagram.
"Hola Héctor, me encanta lo que haces, y tu forma de ver la vida me inspira mucho. ¡Sigue así!", escribí. No esperaba una respuesta, pero al menos podía decir que lo había intentado.

Pasaron unas horas, y para mi sorpresa, el mensaje de respuesta llegó. "Gracias, Rebeca, me hace feliz saber que te gusta lo que hago! Si algún día tienes alguna duda sobre lo que comparto o simplemente quieres hablar de algo, aquí estoy."
Mi mente comenzó a dar vueltas. ¡Estaba hablando con él! ¿Qué significaba eso? ¿Solo una conversación casual o había algo más detrás de sus palabras? Decidí no pensar demasiado, disfrutar el momento y continuar la charla de manera ligera, sin esperar demasiado, solo dejándome llevar.

Al día siguiente, Héctor subió una historia en Instagram pidiendo ideas para su próximo video, y sin pensarlo mucho, respondí con una sugerencia. "¿Qué tal un video sobre tus libros de fnaf favoritos? Creo que nos encantaría saber más sobre eso!" Pensé que mi sugerencia pasaría desapercibida, pero al rato, me sorprendí al ver que había reaccionado a mi mensaje con un "¡Esa es una idea genial, Rebeca! ¡Lo tomaré en cuenta!"

A partir de ahí, nuestras interacciones se hicieron más frecuentes. Ya no era solo en los comentarios o mensajes directos, sino que empezaba a notar que a veces me mencionaba en sus publicaciones o incluso me respondía más rápido. Comencé a preguntarme si esto era solo amabilidad o si, quizás, estaba empezando a interesarse por mí.

La verdad, no sabía cómo manejar todo eso. Cada vez que veía su nombre en mi teléfono, mi corazón latía más rápido, y aunque trataba de mantener la calma, mi mente se llenaba de dudas. ¿De verdad estaba empezando a interesarse por mí? Tal vez solo era amable, o tal vez se sentía obligado a responder por ser una de sus seguidoras más activas. No quería ilusionarme demasiado, pero a veces sentía una conexión que no lograba explicarme.