『Inquebrantable』- JaeDo

『Tienda』

×Capítulo 1× 
       
     

Las vacaciones de invierno habían comenzando. En la universidad, todos los cursantes de último año tenían al menos dos meses de descanso fuera de la facultad, después de eso debían regresar a presentar pruebas finales y tésis académica. Y sí, podría parecer mucho tiempo, el suficiente para vivir al máximo antes de graduarse oficialmente de la vida como un adulto, o al menos para algunas personas. Bueno, no para Jaehyun, para él aquellos meses eran simplemente un pequeño descanso que su cansado cerebro de estudiante ya necesitaba.

Al estar cursando el último año de universidad las cosas comenzaban a ponerse un tanto más estresantes, una etapa que según su padre no duraría demasiado tiempo, siempre y cuando tuviera una idea clara de lo que quería en la vida.

Las tareas habían comenzado a ponerse más pesadas, y la información que debían contener sus proyectos debían ser mucho más extensos y detallados de lo que el propio Jaehyun podía ser capaz de llegar a escribir.

"Es tu futuro, pero para alcanzar tus metas no tienes que sacrificar tu juventud. Solo se es niño y adolescente una vez. No esperes a ser un adulto para querer salir a divertirte", dijo su abuela una vez.

Su madre solía decirle lo mismo, pero Jaehyun nunca llegó a entender la importancia de sus palabras. Y no, no era una persona ignorante, simplemente no podía enterder del todo sus palabras. Él salía con sus amigos siempre qué podía, sin embargo, prefería quedarse en casa y ayudar a su padre con la tienda.

Aquella mañana todo parecía ir de lo más normal. Se había levantado temprano por la mañana para desayunar y así ir a la tienda de música una vez que acabara de ordenar su habitación.

Jaehyun vivía con su abuelita y padre, pues hasta hace unos meses, cuando su madre aún vivía, aquella viejecita había enfermado gravemente, por lo que tuvo que quedarse a cargo de las personas que la amaban. Su madre había cuidado de su abuelita como si fuera una segunda madre para ella.

Eso sí, la casa era lo suficientementw grande para tan poquitas personas. Su padre decía que no había que preocuparse por eso, que Jaehyun viviría ahí con su futura familia algún día.
Al ser hijo único, la casa pasaría a sus manos una vez su padre pasara a mejor vida.

De niño Jaehyun solía llorar cuando su padre mencionaba el tema de la casa, ahora sabía que aquello sí pasaría, pero sería en un futuro muy lejano, o al menos eso deseaba.

Cuando terminó de desayunar dejó los cubiertos ya lavados sobre la meseta para que pudieran escurrirse y secarse, volvió a su habitación y comenzó a acomodar algunas cosas que estaban fuera de lugar. Hubo un momento en el que, al jalar su cama para el otro lado de la habitación, Jaehyun encontró una caja de cartón que había estado debajo de la cama. Al parecer llevaba bastante tiempo ahí escondido.

Con mucho cuidado la cargó y la dejó sobre la mesita de noche, abrió la caja con delicadeza y lo que vió dentro fue algo que jamás pensó volver a ver.

—Aún siguen aquí —murmuró, esbozando una sonrisa nostálgica.

Dentro de la caja se encontraban varios CD's que su mamá le había regalado en su cumpleaños; vinilos y casetes de varias décadas.
Con las manos temblando tomó uno de los casetes y lo observó detalladamente.

—Cuando me fuí a la universidad olvidé llevarlas conmigo, y cuando volví a casa papá dijo que no recordaba dónde la habías guardado. Creí que no volvería a verlos.

Sus ojos se cristalizaron por la bruma de emociones que estaba experimentado, después de mucho tiempo volvía a sentir esa calidez en su pecho, esa que solo el recuerdo de una madre puede causar.