Aun creo escuchar las palabras de mi madre casi a voz cortada...
-Buenos días hija.! Levántate tienes que ir a la escuela...
Yo al escuchar su dulce voz un poco quebrada, me di cuenta que las cosas no andaban nada bien.
-Si mami, ahorita me apuro pero dime ¿Qué pasa?
Ella no pudo responder solo me miraba como cuando era más pequeña.
Veía en sus ojos ese dolor e insuficiente fuerza para poder emitir alguna palabra.
*No se si les a pasado que quieren leer la mente para poder saber cómo ayudar a tu madre a no tener que vivir esa angustia y tristeza sola*
Sus palabras fueron claras
-Mabel se ha ido...