Aquí y en China

Prólogo parte 1: Aurora

Aurora Hernández Domínguez, la menor de los hermanos Hernández, linda pero no "hermosa", inteligente pero no lo suficiente para ser considerada de las listas del salón, ella sabe que vale mucho, pero, y qué hay de los demás? Sus hermanos mayores se llevaron todo desde la genética hasta la personalidad, pero servía de algo quejarse? Si lo hacía probablemente solo quedaría cómo una envidiosa y ya podía imaginar lo que dirían sus tías en navidad mientras sus hijos se queman con cuetes -"yo a esa niña siempre la ví rarita, lo bueno es que ya está en el loquero"- y para qué?

Si le decía a alguien cómo se sentía serían como escribirse en la frente "dame un cumplido y dime qué importo" por lo cuál se veía obligada a sonreír y asentir con la cabeza, era una morrita feliz, tenía a la dinomafia a su lado, la dinomafia era el nombre del chat que tenía con sus hermanos, sus reales hasta la muerte (brr).

Los hermanos Hernández eran inseparables, desde que vivían en Metepec con su abuela Yoya, claro que se desgreñaban de vez en cuando y en el caso de Aurora a veces quería ser igual a ellos, pero con todo y todo eran los mejores amigos del mundo, a veces se reían entre ellos desesperado a sus pobres jefecitos diciendo que eran Albertano,Rosa Aurora y el Chino.

Recuerdan que les dije que vivían en Metepec? Pues vivieron ahí hasta que Aurora cumplió los 5 años; dió sus primeros pasos en el parque providencia en uno de los entrenamientos de tocho bandera de su hermano mayor, Santos Hernández Domínguez, así cómo lo oyen, sus padres literalmente lo nombraron santo, Santos es 5 años mayor por lo cuál desde que tiene memoria hay chamacas nalgas miadas diciéndole cuñada, era la misma historia con su hermana, Mar Hernández Domínguez. La niña de oro, era linda, inteligente y simplemente chida, cuando eran niñas les decían que parecían gemelitas y sus tías tan prudentes como siempre les decían -"la única manera de diferenciarlas es porque una es bonita, y tú mi amor eres... Tan ocurrente corazón"- le decían a Aurora pensando que no sabía a qué se referían.

Apesar de que su hermana era solo un año mayor que ella todos pensaban de Mar cómo la persona más madura del mundo, Aurora sacaba ochos y nueves en la escuela pero su hermana? Puro 10, lo curioso es que no la veían como una matadita, solo era... Inteligente, jamás tuvo un reporte de disciplina mientras que Aurora se la pasaba en dirección por tronar cebollitas en el baño, su vida en la primaria era normal, solo era una chamaquita de escuela oficial intentando cargar su Atlas a las 7 am mientras se saboreaba un helado con chamoy en el recreo

Pero su mundo dió un giro cuando su hermano consiguió una beca de poca madre para entrar a una secundaria privada en su pueblo, Lerma de Villada, antes de vivir ahí, cuando vivían en Metepec, veían la glamorosa vida de los niños que asisten a las escuelas privadas de Metepec, primarias que parecían universidad, gente que se conocía desde el kínder ya que eran escuelas que prácticamente los criaron, cuando les dijeron a las niñas que su hermano entraría a la "prestigiosa" mano amiga se emocionaron muchísimo pensando que esa escuela será cómo la versión Lermense del Argos o el Cumbres, y si era parte del semper altius, solo que era el equivalente al primo marihuano de las escuelas privadas, siendo condenadas a pasar su secundaria ahí una vez cumplieran la edad de ingresar, y así fue, una vez que su hermano paso a prepa (la cuál estaba en la misma escuela) la primera en entrar fue su hermana para un año después ella misma cruzar esas puertas azules mal pintadas y cambiar su vida para siempre...