Fix you || KOOKV ||

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El timbre sonó con un eco apagado por los pasillos llenos de estudiantes, pero él apenas lo escuchó.

Sentado en la última fila del aula, con el codo apoyado en el pupitre y la mirada perdida en la ventana, Jungkook se preguntaba cómo habían pasado tan rápido las últimas clases. Afuera, el sol iluminaba el patio, donde algunos chicos platicábamos y pasaban el rato.

En el aula, todo parecía más opaco. El murmullo de sus compañeros, el sonido de los lápices sobre el papel, incluso la voz monótona del profesor de historia que apenas captaba su atención. Pero Jungkook no estaba ahí. No del todo.

Sus ojos se desviaron hacia el frente de la clase, donde su mejor amigo, Taehyung, reía despreocupado. Esa sonrisa... esa maldita sonrisa que le revolvía el estómago cada vez. –¿Cómo era posible que algo tan simple pudiera complicarle tanto la vida?– pensaba jungkook, confundido por los nuevos sentimientos.

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El tiempo pasó y al fin dio inicio al tan esperado descanso, al unísono todos se levantaron dispuestos a salir para comer, platicar o descansar un poco.

Jungkook fue directo a la puerta siendo detenido únicamente por un chico de sonrisa cuadrada
–hey, esperame–Dice mientras esboza un sonrisa. Jungkook voltea y lo mira mientras le sonríe, sintiendo una punzada extraña en lo más profundo de su corazón.

Ambos salieron riendo del salón, directo hacía su lugar secreto, un área atrás de la cafetería donde se reunían con sus amigos, lo que lo hacía tan especial era que era más silencioso que la cafetería y no era tan concurrido, siendo perfecto para platicar y pasar tiempo con amigos.
Aunque el patio estaba lleno de estudiantes,  para Jungkook y Taehyung, el mundo se reducía a ese pequeño lugar. La conversación fluía fácil, entre risas y comentarios sin importancia, como siempre.

Entonces, Jungkook la vio. Sunny.

Ella se abrió paso entre el gentío con una sonrisa que brillaba tanto como el sol de mediodía, y su mirada se clavó directamente en Taehyung. Jungkook sintió una punzada en el pecho, pero la ignoró, como había hecho tantas veces antes, sin entender del todo por qué.

—¡Taehyung! —la voz de Sunny era dulce y familiar, y antes de que él pudiera decir algo, lo envolvió en un abrazo despreocupado, rodeando su cuello con ambos brazos.

Taehyung sonrió, relajándose en su abrazo, como si todo encajara perfectamente.

Jungkook apartó la mirada por un instante, cruzando los brazos y fingiendo interés en cualquier cosa, menos en ellos. Había algo en esa imagen que le incomodaba, pero no tenía las palabras para explicarlo.

—Te extrañé —murmuró Sunny, quedándose pegada a Taehyung, mientras sus dedos jugaban con su cabello.

—Apenas han sido 50 minutos —respondió él con una sonrisa suave.

Jungkook soltó una risa seca, casi automática, intentando parecer despreocupado. Pero esa punzada seguía ahí, como una sombra que no podía ignorar.

–Lo sé pero igual te extrañé – dice mientras hace un pequeño puchero y lo mira juguetona.

La pareja ríe y conversa sobre temas sin importancia, solo pasando el rato mientras jungkook se queda sólo a su lado, sin saber que hacer o como reaccionar, aunque ya estuviera acostumbrado a que este tipo de cosas.

Incómodo, intentando no mirar demasiado a la pareja , el abrazo ya había durado demaciado para su gusto. La risa suave de Sunny todavía flotaba en el aire, y él sólo se concentraba en ignorar la incomodidad que no terminaba de entender.