Olas monstruo

El ser humano. A lo largo de los últimos 6 millones de años, los músculos del cuerpo humano han ido haciéndose cada vez más y más débiles, mientras que el cerebro evolucionó más rápido que el resto del cuerpo. Nuestro cuerpo es capaz de soportar temperaturas extremadamente altas y extremadamente bajas. El cuerpo se encuentra a una temperatura media entre 36º y 37º. Cuando bajes dos grados entrarás en hipotermia. A los 30º caerás inconsciente y a los 25º sufrirás un paro cardíaco; un grado menos y la muerte te espera. Del otro lado de la balanza, por regla general, podemos soportar hasta 60º. Además, con un poco de suerte, el ser humano puede lograr permanecer con vida después de golpes y caídas. El estadounidense Randy Gardner logró el impresionante record de 264 horas seguidas sin dormir.
El récord del mundo de la persona que aguantó más tiempo bajo el agua sin respirar lo posee el experto Stephan Myfsu, aguantando 11' 35". Pero intenta mantener la respiración bajo el agua durante más de un minuto, posiblemente no lo logres. Sobreviviríamos sin comer durante 3 semanas, pero somos incapaces de vivir más allá de 3 días sin beber agua. La vida humana tiene una duración estimada de alrededor de 4 a 5 segundos, lo único es que cada vez que respiras, alargas ese periodo durante 4 o 5 segundos más. Necesitaríamos 10.000 mundos como el nuestro para tener la oportunidad de que haya una persona que alcance 125 años de edad. La persona más longeva de la historia, logró decir que poseía 122 años.
La realidad es que el cuerpo humano puede aguantar mucho más de lo que nos pensamos, pero somos mucho más débiles y vulnerables de lo que creemos. Siempre nos hemos encontrado, nos encontramos y nos encontraremos a merced de la naturaleza.

El mar esconde muchos misterios que esperan pacientemente ser descifrados. Desde hace siglos, los marineros han creado mitos y leyendas de misterios terribles que aguardan en la inmensidad del océano. Historias terroríficas sobre las profundidades del mar. El Kraken, el triángulo de las Bermudas, Poseidón, el pasaje de Drake, la corriente de las agujas, la existencia de sirenas, la Atlántida son algunas de esas leyendas populares. Esos mitos cuentan con títulos muy atractivos y motivadores para descubrir la desgarradora historia que esconde cada uno de ellos, pero hay una leyenda que demuestra la increíble fragilidad de la humanidad. Verdaderos muros verticales de agua de más de 40 metros de altura. El triple de grandes que el tamaño de un tsunami. Aparecían sin motivo alguno y de manera espontánea en las profundidades del océano. Provocaban la total aniquilación de cualquier embarcación por muy innovadora que esta fuese. Las indomables olas monstruo. Otra leyenda del montón extendida por el lenguaje de los marineros.

Este relato motivó a los oceanógrafos de todo el mundo a indagar sobre el tema. Estos llegaron a la conclusión de que las olas monstruo no podían existir. Se trataba de una leyenda inventada, como muchas otras. Más adelante, la comunidad científica quiso zanjar de una vez por todas el debate acerca de estas olas, afirmó que de existir serían tan extrañas que solo apareciera una ola monstruo cada 10.000 años. Y la ola más grande que se puede formar en el planeta tiene una altura máxima de 10 metros. A través de las matemáticas creímos haber cerrado el caso de estas olas monstruo.

1 de enero de 1995. En el mar del Norte, cerca de la costa de Noruega, la plataforma petrolífera Draupner sufre el azote de una tormenta. Una tormenta entre tantas en esa región. Aun así, por simple protocolo, los trabajadores de la plataforma fueron recluidos dentro de las instalaciones. Nadie logró ver lo que sucedía allí fuera. Por suerte o por desgracia, una cámara se encontraba grabando todo lo que pasaba. Las imágenes mostraban olas de tormenta de tamaño promedio. Nada fuera de lo normal. Pero de repente, sin previo aviso, un muro de agua de 25 metros impactó con fuerza la estación petrolífera. Al punto de casi provocar su destrucción, igual que las leyendas. ¿Era la única ola monstruo que se había formado en la Tierra en los últimos 10.000 años, y justo la habíamos captado en cámara?, ¿O lo que era una leyenda era una terrible realidad? La ola se bautizó con el nombre de ola Draupner. Es la primera ola monstruo jamás registrada por el hombre.