''Cuando haces tu mejor esfuerzo, pero no tienes éxito
Cuando consigues lo que quieres, pero no lo que necesitas
Cuando te sientes tan cansado, pero no puedes dormir
Atascado en reversa
Y las lágrimas corren por tu rostro
Cuando pierdes algo que no puedes reemplazar
Cuando amas a alguien, pero tu amor se desperdicia
¿Podría ser peor?''
(When you try your best, but you don't succeed
When you get what you want, but not what you need
When you feel so tired, but you can't sleep
Stuck in reverse
And the tears come streaming down your face
When you lose something you can't replace
When you love someone, but it goes to waste
Could it be worse?)
Fix You - Coldplay
LOUIS
El tiempo se deslizaba con la lentitud de una pesadilla que no termina. Desde aquella noche en la fiesta, el mundo parecía distinto, más pesado, más frío. Ayesha se alejaba como si yo fuera un extraño, y yo no entendía por qué. Su distancia era un rompecabezas cruel que me rompía la cabeza cada día. La situación con James tampoco me dejaba respirar, pero ni siquiera podía pensar en eso sin sentir que el mundo giraba al revés.
Hoy, decidí que no podía seguir flotando en ese limbo. Tenía que enfrentarla. Tenía que saber.
Al llegar al colegio, recorrí cada rincón buscándola. Su casillero estaba vacío. En el patio, solo quedaban sombras. Incluso en la biblioteca —su refugio favorito— no había señales de ella. Era como si el universo conspirara para mantenerla siempre un paso por delante. Cuando finalmente la vi conversando con Michael y Will cerca de las canchas, sentí el alivio golpearme en el pecho... pero también una punzada de ansiedad.
Al verme acercarme, Ayesha se tensó visiblemente.
—Aye, ¿podemos hablar? —pregunté, con voz contenida, tratando de no suplicar.
—Ahora no, Lou. Estoy ocupada —dijo sin mirarme, y giró sobre sus talones.
Will frunció el ceño. —¿Todo bien, Lou?
Suspiré, dejando que parte de mi frustración saliera con ese aliento. —No lo sé. Me ha estado evitando. ¿Ustedes saben algo?
Michael negó. —No ha dicho nada. Pero... está rara. Eso sí.
Asentí, tragándome la inquietud que me ardía en la garganta. Durante la clase, no pude prestar atención. Mi mente solo repetía su voz esquiva, su mirada huidiza. Cuando sonó la campana, corrí al pasillo como si mi cuerpo ya supiera a dónde debía ir.
La encontré saliendo de la cafetería.
—Ayesha —dije, más fuerte esta vez, interceptándola—. Necesitamos hablar.
Ella se detuvo, visiblemente molesta. Su mirada se cruzó con la mía, cargada de cansancio.
—No sé qué quieres que diga, Louis.
—La verdad. Quiero saber qué hice. Por qué te alejaste. Por qué no soy suficiente.
Su rostro cambió. Dolor. Culpa. Rabia. Todo al mismo tiempo. —No es eso. Yo... cometí un error. No sé cómo enfrentarlo.
—¿Qué error? ¿De qué estás hablando?
Pero en lugar de responder, retrocedió. Y justo entonces sonó la campana. Ella aprovechó el caos del pasillo para escapar. Otra vez.
La cena esa noche fue una coreografía incómoda. El sonido de los cubiertos era la única música. Papá masticaba en silencio. Mamá me miraba como si ya supiera lo que iba a pasar.

ESTÁS LEYENDO
Solo Un Poco De Amor
RomanceLas dudas nos hacen retroceder, nos hacen sentir miedo y nos hacen sentir vulnerables. No está mal no saber que hacer y no está mal no tener siempre las respuestas, sólo recuerda que cuando te sientas tan mal como para no querer seguir recuerda que...