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La vio entrar justo a tiempo por la puerta mientras sus oídos estaban inundados con el ritmo de la guitarra en sus audífonos.

Primero sus piernas largas y luego todo lo demás.

Una falda larga, de color rojo. Un suéter estúpido que si lo llevaba otra persona Becky estaba segura de que lo encontraría en el contenedor de basura fuera del aula, esto era solo un ejemplo de que tan estúpido era el suéter.

Pero en ella, sobre ella, era como si se tratara de un sujetador de encaje, y Becky tuvo que cerrar la boca al pensar en ello.

Su cuello era perfecto, ella volvió la cara y se encontró con la mirada de todos, detrás de esas enormes gafas.

Sus ojos se encontraron. Y fue imposible contener una sonrisa, al verla caminar hacia ella, a través de los bancos y extender la mano hacia adelante.

El rostro serio y su postura intimidante.

Dijo algo, pero los auriculares en los oídos de Becky no le permitieron escuchar.

Movió los labios y Becky se río hasta que asintió con la cabeza y se quitó auriculares. El silencio de la vida real volvió redundante.

La vida con ACDC en los oídos era sin duda mejor.

Becky siguió mirándola como si hubiera visto a un ángel.

Oh, diablos.

La diosa no se movió, aunque ella ya tenia su iPad y sus auriculares en sus manos, continuo mirándola con impaciencia.

Becky levantó una ceja: —¿Qué? —dijo con el tono de voz más irritado que sabía utilizar.

La diosa se ajustó las gafas sobre la nariz en silencio: "Le pido que tire su chicle en mis clases, señorita...?"

Becky miró a Irin, sentada junto a ella, y sonrió: —No me importa. —Becky dijo, masticando el chicle con más fervor. Irin se echó a reír.

La mujer no se inmutó: "Bueno, señorita 'No me importa'. Ahora le agradecería que tire su chicle".

Becky levantó una ceja intercambiando otro vistazo con Irin.

Becky asintió y sacó el chicle de su boca con una sonrisa, para luego pegarlo en el escritorio: —Hecho. —Ella siguió sonriendo arrogante.

La mujer asintió imperceptiblemente. Hasta que se dio la vuelta.

Becky se quedó mirándola todo el tiempo. ¡Qué fantástico trasero!

La profesora escribió su nombre en la pizarra.

"Soy la profesora Freen Sarocha, la suplente de su maestra de literatura, la señorita Charm, solo por este año."

Billy levantó la mano, como de costumbre: "¿Por qué? ¿Qué pasó con profe Charm?"

Becky e Irin se rieron.

La profesora Sarocha miro al muchacho: "La maestra Charm tuvo un accidente hace una semana, por desgracia. Tendrá que someterse a una operación y su recuperación será muy larga. Así que, para su último año, ustedes compartirán conmigo la experiencia de la literatura ..."

Irin simulo a estar roncando en ese momento y la clase se echó a reír.

Incluyendo Becky.

La maestra Sarocha, sin impresionarse, leyó la lista de asistencia de la clase. "Usted debe de ser la señorita Aurassaya, supongo."

—En toda mi gracia, su alteza. —Irin lanzo un eructo e incluso Becky arrugo la nariz con disgusto.

—Gracias por demostrar que Darwin tenía razón sobre el eslabón perdido. —Irin la miró con incredulidad, y Becky se rio: —Ahora por favor, silencio...hasta el final de la lección.

HERMOSA LOCURA. ✧ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora