2.

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Era diciembre y Becky odiaba diciembre. Porque Becky odiaba la navidad.

"Este mes es una mierda." Noey tembló, hacía un poco de frío.

Becky le entregó las cervezas que acababa de sacar desde la parte trasera del coche de Irin.

"El hijo de puta de mi padre quiere venir a visitarnos en Navidad." murmuró Irin, encendiendo otro cigarrillo.

"El hijo de puta de tu padre debería mantenerse alejado de tu hermana y tu madre." Noey comentó, frotándose las manos.

Becky les paso mas cervezas: "Si necesitas ayuda, llámanos"

Irin les dio una media sonrisa: "Yo sé mantener a raya a mi padre." Ella tomó una bocanada del cigarrillo, y luego añadió, sin mirar a ninguna de las dos: "Pero gracias de todos modos."

Becky sonrió y se sentó en el sofá, abriendo la lata.

Miraron el campo de fútbol desde abajo de las gradas, entre los pies del público, comiendo y bebiendo:

"Mmm, mostaza."

Becky se echó a reír, aunque ella prefería el kétchup.

Observaron a las porristas y lo estúpidas que se veían animando al equipo de la casa.

Becky miró esas manchas azules, blancas y amarillas con un dejavu de una vida que parecía otra.

El director Saint caminaba con un ritmo reducido caminando hasta el centro del campo, se aclaró la voz en el micrófono.

Becky no oyó lo que dijo, al menos hasta que el mencionó a cierta persona:"... y ahora un aplauso para nuestra profesora, Freen Sarocha, que cantará el himno nacional para nosotros." Becky se atragantó con un sorbo de su cerveza, vio la forma elegante de la profesora dar las gracias al director y tomar su lugar.

"Hey, ahí está tu novi- ¡Oh mierda!" Becky le dio un golpe duro y pesado en la cabeza de Noey.

"¡Shh! Cállate."

La profesora Sarocha enderezó los hombros y asintió a alguien que no podía ver.

"Me pregunto a quién se le ocurrió la grandiosa idea de organizar un amistoso de fútbol al inicio de dicembr-"

"¡Baja la voz, mierda!" exclamó con vehemencia.

"De acuerdo... de acuerdo..." murmuro Noey con los ojos muy abiertos.

Becky esperó con temor.

Becky pasó el brazo sobre los hombros de Irin, se puso de pie y se acercó a las gradas cerca de las vallas del campo, en busca de un lugar mejor donde podía ver la figura distante que estaba cantando con una voz que iba más allá de lo que podría ser oída
durante las clases.

Becky se detuvo entre dos grandes botas de quién sabe quién, el mejor lugar que pudo encontrar.

Becky ni siquiera recuerda la última vez que había sentido escalofríos a escuchar el himno nacional.

Pero ella sólo sabía que la canción trajo a la memoria los momentos que quería olvidar, momentos que la arrastraron de nuevo a una familia. Su familia.

Becky sintió lágrimas quemar en sus ojos, porque ahora podía reemplazar esos recuerdos con esta voz.

La multitud aplaudió y Becky se despertó de su trance, miraba a la profesora escapar e ir sentarse en las gradas del staff, donde el director y otros profesores le aplaudían la magnífica interpretación.

Becky puso la mejor cara que conocía, la más seria y molesta. Volvió a tomar de su cerveza y se sentó de nuevo: "Si algunas de ustedes dicen una sola palabra juro que..."

HERMOSA LOCURA. ✧ FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora