Richelle: Mi vida en mis propias palabras

✝CAPÍTULO I✝

Escuche un estruendo en la planta baja, supuse que era mi madre o mi padre buscando algo, volví a cerrar los ojos y minutos después escuche otro estruendo, decidí bajar y me diriji hacia la cocina y a mitad del pasillo escuche pasos, hay estaba mi madre con una expresión de terror en su rostro.

-Mamá, qué pasa?

-Richelle, corre por favor salgan de aquí-se escuchaba desesperada

-Mamá, de qué hablas?

Baje mi mirada y vi que su pijama estaba salpicada con manchas carmesí, entendí todo.

-Mamá, no te dejare aquí-dije con firmeza

-Porfavor Richelle, no puedo correr vete-dijo rogando y se escuchó otro estruendo

Mi madre cayó de rodillas y con su mirada me decía todo subí las escaleras y recogí a Astrid en mis brazos, dure unos cuantos minutos bajando sin hacer ruido y mis ojos voltearon hacia la sala, dos hombres altos tenían cuchillos en sus manos, vi un charco rojo en el piso y pedazos de lo que podía ser carne, sentí escalofríos, como pude salí al patio sin hacer ruido.

Corrí con Astrid en mis brazos, las ramas lastimaban mis pies descalzos haciendo leves cortes pero que ardían, Astrid pidió bajarse y corrió conmigo.

Nose cuanto tiempo estuvimos corriendo pero lo que sí estaba segura esque lo suficiente para que el frío golpeaba mi cuerpo, Escuche un chillido a mi lado y nos detuvimos, camine y vi un lago nos detuvimos y descansamos en una piedra.

Me senté en aquella roca y Astrid se posó en mi regazo y se acurruco en mi pecho, la abrace y acaricie su cabello, y poco a poco mis parpados pesaban y nos quedamos dormidas.

Me desperté y Astrid estaba dormida bebí un poco de agua del lago y me salpique la cara, vi como Astrid se levantaba y hacía lo mismo, metimos los pies en el agua y sentí una frescura nos quedamos un rato ahí en silencio, decidimos regresar a la casa los asesinos ya se tenían que haber ido.

Caminamos un buen tiempo y hay estaba por fuera se veia bien pero no quise dejar a Astrid sola así que la lleve conmigo adentro, fui a la sala y ahí estaban, mis padres llenos de sangre trate de ignorar el hecho de lo que paso aqui y llame a la policía no fue mucho el tiempo de espera, nos interrogaron, etc.

Llegamos a un orfanato, yo tenía diecisiete, dentro de dos días cumpliria mis dieciocho, y saldría a buscar un trabajo de medio tiempo y un lugar para quedarme con Astrid.

Al llegar nos recibieron bien, nos mostraron el lugar y habían muchos niños lo normal de un orfanato.