La mirada de un angel

El encuentro

Las alas de avery eran camufladas por un hechizo, la ropa que portaba era humana, un sencillo vestido negro de tirantas, corto, con un pequeño escote en forma de v, sin dejar ver demasiada piel. Su pelo largo hasta la cintura, se movia con gracia a cada paso de la joven, Gabriel le habia dado una misión más complicada, debia informar de los angeles oscuros que hubiese por aquella pequeña ciudad, para que fueran castigados y juzgados, apenas llevaba una semana alli y ya habia veintitrés nombres, con sus respectivos datos en el cuaderno de piel blanca y tacto algodón.

La chica decidio ir a comer algo, ya que ahora su aspecto humano, tambien tenia otro tipo de necesidades, llego a un pequeño resturante, en el cual parecian servir comida apetitosa, decidio sentarse en un mullido sillon, que estaba en frente de una mesa redonda, lo suficientemente grande poner dos platos y poco mas. Tomo la carta y oculto el rostro tras ella, leyendo atenta los distintos platos y el precio, se decidio por un poco de pasta a la boloñesa justo antes que el camarero pasase a tomar nota, el joven tendero se quedo algo ensemismado con la belleza de la joven angel, sin embargo tomo el pedido y retomo su trabajo algo ensemismado en sus pensamientos. Avery suspiro, muchos hombres y algunas mujeres se le quedaban mirando, era algo irritante, aunque apenas comenzaba a sentir emociones, claramente preferia ser invisible y cuidar de las almas de los humanos. Despues de comer, y pagar decidio dar un paseo por la zona

Lex paseaba por un barrio de zona centrica, ese dia lucia unos jeans azul oscuro, acompañado de unas botas cuero, y una camiseta de tirantas blancas, dejando lucir sus musculos y tatuados brazos, el joven parecia deleitarse con un helado del cartel de una cafeteria, a la cual decidio entrar para ademas de tomarse el helado, engatusar alguna linda chica. Aunque no se espera que una chica le golpease en la cabeza con la puerta.

Lex cayo de culo al suelo, maldiciendo, la joven se arrodillo a su lado, mirandole preocupada, miro al humano con detenimiento cuando supo que el joven era mas parecido a ella que en un principio creyo.