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Capitulo 17: Asia MUERE

Nunca quise que esto se convirtiera en una tragedia. Pense que podia ser mas inteligente, mas cuidadoso. Pero mi error... No, no fue un error. calculé mal, mi arrogancia me cegó, la use y termino asi. Atrape a los herejes, si, pero este no era el precio que estaba dispuesto a pagar.

Nunca pedí perfección, pero tampoco pedí nada de esto. Pedi un desenlace donde todos pudieran vivir, donde la justicia se impusiera sin mas muerte. Ahora me doy cuenta de que subestimé lo impredecible de este mundo en el que me he metido. Y ahora alguien mas pago el precio de mi ingenuidad.

Quisiera culpar a Raynare por arruinar el plan. Pero ella sabia que ese sacerdote era impredecible y en el momento en que puso esa pistola de luz en mi frente. La situación se volvió crítica. Su dedo estaba listo para apretar el gatillo.

Todo paso como en un segundo. El brazo del sacerdote volando aun sosteniendo la pistola. La sangre salpicando mi cara y el sacerdote apuñalado a Asia para tener tiempo de escapar. Demasiado rápido para dar la orden de detenerlo.

La herida era muy grave y apenas podia ordenarle que usara su curación en si misma. A este paso iba a morir y yo tendría que presenciar como su vida se iba de mis manos.

Nunca pedí esto. No quería esto.

Estaba tenso y desesperado, por un momento pense en llamar a emergencias pero como iba a explicar esto. Intenté detener la hemorragia, mientras pensaba con urgencia alguna forma de salvarla. Pero sabia que era inútil, yo no puedo salvarla.

No soy un Salvador y este asunto se me escapa de las manos. pero necesito a alguien que lo sea. Necesito ayuda.

No vinieron cuando estuve en peligro. Asi que dudo que me haga caso si la llamo. Pero a el, si le haran caso, si el se lo pide vendrán, o eso es lo que quiero pensar.

La llamada fue rápida y unilateral. Le pedi que viniera, le dije que estaba en la capilla que el conocía. La desesperación en mi voz debio darle una idea de lo urgente que era.

Solo quedaba esperar, contener la sangre con mis manos y esperar que la ayuda llegue. Ella sigue viva, sigue respirando con dificultad, pero respira. Esta inconsciente, pero aun me escucha, siento que puede hacerlo.
Quiero creer que lo hace.

Pronto todo estara bien. Hay alguien que puede revertir esto, y esa persona no soy yo.

—Raynare — la llame con voz quebrada, trague saliva y continúe— Borrale la memoria, si es posible las últimas dieciocho horas, todo lo que tenga que ver conmigo.

Raynare en silencio siguió mi orden.

No dejare que muera, pero tampoco voy a arriesgarme. Ella podria traicionarme, quizas sin quererlo, quizas convencida de que hace lo correcto. Ahora que voy a revelar mi habilidad no puedo dejar que conozcan mi naturaleza. Es peligroso para mi.

Su cabello habia perdido su brillo dorado , su piel estaba peligrosamente pálida y sentia como el charco de sangre se acumulaba cada vez más.

Solo me quedaba rogar que se apuraran.

—Nunca pedí... —balbuceé.

Ya era tarde, soltó su último supiro y su cuerpo inerte dejo de dar sus últimos signos de vida.

Y ahora su cuerpo yace frío, su vida se ha desvanecido. Con un ataque que nunca debió alcanzarla.

Nose si su muerte tuvo algún propósito mas allá de reflejar mis fallas como ser humano.

No la conocí tanto como debería. No me detuve a pensar en quien era mas allá de su rol en el plan. Ahora desearía haberlo hecho. Su vida no debería de haberse reducido a una herramienta en un esquema que fracaso en lo esencial.