¿Qué ha de pasar si el día se enamora de la noche? Si la luna solo brilla entre la oscuridad ¿Arrastra al sol a las tinieblas o será opacada ante la luz del día?
Harry, un chico un tanto particular, se enfrenta a sus fantasmas del pasado tras regre...
El único propósito de la prepa es verse cool. Yo no soy cool.
Hay demasiadas reglas sobreentendidas cuando entras a la preparatoria. Como que no puedes comer en la misma mesa que los de último semestre, o mostrar entusiasmo por el primer día. Nada que pueda poner tu reputación en riesgo durante los siguientes tres años.
Más importante aún, la impresión que causes una vez pases por la puerta de entrada será tu boleto a la fama o a ser el centro de burlas de los demás estudiantes. Para mi suerte eso no va a pasarme ¿Por qué? Porque soy invisible.
Soy como el aire y es genial. Nadie me nota al menos que tenga que, en general soy apenas perceptible para algunos, no soy visible al simple ojo humano y puedo perderme hasta de mi mismo, tal vez no es lo mejor que tengo para dar pero funciona. Funciona ser aire si no eres cool en la preparatoria.
Una vez cruso aquella gran puerta de metal pintada en amarillo y verde me doy cuenta que no es tan malo como pienso. Solos unos cuantos, cientos, de alumnos aglomerandose en los pasillos de blancas baldosas atiborradas de puertas y pancartas con leyendas como "Instituto Una Dirección, la mejor escuela de Londres" o "Bienvenidos alumnos" e incluso logré ver una que dice "Únete al equipo de fútbol americano" aunque ni siquiera lo intentaré, y no porque no me guste el fútbol americano, simplemente prefiero pasar desapercibido. Amo ser aire.
Mientras recorro los pasillos de aquella vieja casona ahora convertida en instituto, me topo con el aula de mi siguiente clase "aula B-310". Lo perfecto que sería si fuera "aula B-312". Más apropiado para clase de literatura.
Entre al salón rápido a buscar un lugar donde sentarme. Quizás una banca tan gris como todas pero con una ventaja enorme, si cercanía a la ventana.
Amo ver el cielo por las mañanas, ese momento cuando el sol apenas sale, cuando al mirar hacia arriba parece que el mundo se engulle a sí mismo por los edificios vertiginosamente altos, y el sol, como una naciente esfera brillante de fuego.
Los amaneceres me avisan que he sobrevivido a otro mañana y me dan la esperanza de vivir un nuevo día. Para mi pesar hay un lugar que parece ya haberse ocupado entre yo y mi escape de realidad, y con todas mis ganas me acerco para quitar esa mochila y reclamar ese asiento como mío. Estoy apunto pero la ansiedad que me produce la sensación de estar vigilado no me lo permite y solo espero que el dueño de esa mochila y yo tengamos diferentes horarios y sea solo una confusión de su parte.
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Louis Tomlinson
Lunes 6: 50 a.m.
La gente adulta dice que ser joven es la mejor época de tu vida, que cuando uno es joven tiene todas las ganas y toda la energía para comerse al mundo. Pues yo no puedo ni siquiera comerme mi desayuno.
