23 de abril, 2021"¿Y qué haremos ahora?" Juanjo deseó no tener que hacer esa pregunta, pero supuso que tampoco podían seguir escapando de aquella situación. El tiempo se les acababa. El pacto que habían hecho llegaba a su fin. Adiós a todas las cosas que habían hecho y adiós a todas las promesas que habían jurado cumplir. Porque al final solo serían eso, palabras vacías que habían pronunciado en momentos en los que ninguno era consciente de las consecuencias. Durante el sexo o cuando habían estado a punto de quedarse dormidos. Entre besos o estando borrachos, mareados por la sensación de sus cuerpos entrelazados en medio de la pista de baile.
"No lo sé" Martin se encogió de hombros, apretando los labios en una mueca indescifrable. Sentado a horcajadas sobre Juanjo, solo podía sentirse impresionado por la proximidad a la que estaban sus rostros, y ni siquiera estaba seguro de poder pensar con claridad. O de que sus palabras estuvieran teniendo sentido. Aún estaban temblando, aún estaban desnudos. Escondidos entre los brazos del otro, desearon por un instante no salir de aquel coche nunca jamás, pero ninguno de los dos fue lo suficientemente valiente como para decirlo en voz alta. "No lo sé" volvió a repetir.
Y el silencio los envolvió durante lo que pareció ser una eternidad. Todas las palabras parecían estar congeladas en el aire, demasiado lejanas como para poder alcanzarlas.
Parecía mentira. Habían sido mejores amigos desde siempre, y aquella era la primera vez que ninguno sabía qué decir.
"¿Alguna vez pensaste en que este momento llegaría?" susurró entonces Juanjo, aferrándose con más fuerza a la cintura de Martin. Tal vez era porque temía perderle de vista antes de tiempo. Porque le aterrorizaba la idea de cerrar los ojos y que desapareciera de entre sus manos, demasiado bueno como para haber sido real. Un sueño con el que había estado obsesionado durante todas esas semanas. "Me refiero a después de lo que pasó esa noche, ¿pensaste en que todo esto podría ocurrir?"
"No, la verdad es que no" contentó después de algunos segundos Martin, cerrando los ojos con fuerza. Le avergonzó lo terriblemente frágil que había sonado su voz. "Nunca llegué a pensar que me enamoraría de ti de esta forma."
Juanjo se sobresaltó, y de repente comenzó a sentirse muy nervioso. Porque aquello no era lo que Martin debería de haber dicho. Mucho menos a esas alturas del año, cuando les quedaba tan poco tiempo para despedirse. No era lo que debería de haber dicho porque no era algo justo. Para ninguno de los dos, en realidad. No era justo para ninguno de los dos.
"No digas eso" suplicó, porque era lo único que podía hacer. "No ahora."
"¿Qué más da? Ya está todo hecho, ¿no?" sus palabras sonaron demandantes, impulsadas por la desesperación de aferrarse a Juanjo durante algunos segundos más. "En unas semanas me iré, y dudo de que volvamos a vernos hasta las próximas navidades. ¿Qué importa que ahora te diga esto? Lo siento si es egoísta, pero necesitaba hacerlo. De lo contrario nunca hubiera sido capaz de dejarte ir" pareció quedarse sin aliento, triste por algo que ni siquiera había perdido aún. "Pero ya deberías de haberlo sabido, porque eres demasiado listo como para no haberte dado cuenta por ti solo. Que no he sido capaz de mirar a nadie que no fueras tú en todo este tiempo. Que estaría dispuesto a hacer cualquier cosa que me pidieras."
La oscuridad los cubría por completo. Afuera, la suave brisa de abril parecía chocar con fuerza contra los cristales empañados de las ventanillas. Juanjo se sintió inexplicablemente furioso.
"Eres un mentiroso" su voz sonó cargada, como un arma apuntando de lleno a su objetivo. Lista para disparar. "No te quedarías ni aunque te lo pidiese."
Martin sonrió, pero fue un gesto cargado de incertidumbre. Los ojos le brillaban con fuerza, y pareció estar a punto de echarse a llorar. Sabía que no había forma de arreglar algo que ya había estado escrito desde el principio.
"Es cierto" acabó aceptando. "Haría cualquier cosa que me pidieras, menos quedarme."
Dolió.
ESTÁS LEYENDO
Vertigo
FanfictionA Martin no le gustan los hombres. Ni siquiera recuerda haberse sentido atraído alguna vez por uno. En realidad, el beso de aquella noche tan solo fue un error que no piensa repetir nunca más. Por eso se propuso olvidarlo, fingir que lo de aquella n...