𝐑 𝐎 𝐘 𝐀 𝐋 𝐒 ̖́- ⤸
𝗇𝗈𝗎𝗇 . /ˈrɔɪ.əl/
↳ Un miembro de la familia real.
𝓸
En donde Tori Thermopólis no esperaba enamorarse de su guardaespaldas, el cual había sido asignado para cuidar de ella...
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Astoria se encontraba parada en la habitación que le habían otorgado esa noche, congelada en su lugar. La chica no sabía que hacer, los nervios comenzaron a inundarla poco a poco.
Un par de golpes en la puerta lograron que saliera de su ensueño, posando su vista en la puerta de entrada a la habitación. Tomando una profunda respiración, la chica le dejó saber a la persona que se encontraba afuera que podía entrar.
Con pasos lentos, Sebastian se adentró en la habitación. Su vista se encontraba posada en el suelo del lugar, sin querer arruinar la sorpresa de ver cómo se veía su princesa. Contando hasta tres, el castaño alzó su vista.
Frente a él se encontraba parada la chica más hermosa que podría haber pisado el planeta tierra. Su pelo recogido elegantemente, con par de mechones de cabello enmarcando su rostro.
El leve maquillaje que habían decidido hacer con ella le quedaba a la perfección. Para él, Astoria era una chica sumamente hermosa sin precisar de la ayuda de tanto maquillaje, por lo cual apreciaba cuando decidían dejar este en el lado de lo ligero.
El vestido que llevaba puesta la hacía parecer aún más a una princesa. El color resaltaba perfectamente con su tono de piel, y los diseños simples que se encontraban bordados en este eran perfectos.
Sebastian podría haberse caído de rodillas en aquel instante, rogando por el amor de la chica que se encontraba frente a él. Listo para hacer lo que esta quisiera de él, volviéndose completamente sumiso.
Sebastian haría lo que fuera necesario para que la chica, más bien mujer, que se encontraba frente a él se encontrara satisfecha en cualquier ángulo.
"Te ves hermosa, Princesa" Sebastian exclamó, dejando salir un pequeño jadeo.
La chica no pudo evitar sonrojarse, no por sus palabras sino que por la mirada que podía notar en los ojos del hombre. Dentro de ellos había un brillo que no terminaba de descifrar que era.
Este parecía ser una mezcla de maravilla junto con lujuria. Astoria no podía decidir si su guardaespaldas quería besar hasta el fin del mundo o acorralarla contra una pared y no dejarla ir hasta que sus piernas no dieran más.
"Gracias" La chica le agradeció con sus mejillas sonrojadas y mirando su vestido, aplanando arrugas inexistentes.
Antes de que cualquiera de los dos pudiera decir algo más, Charlotte se adentró en la habitación con una mirada de preocupación.
"Sebastian, dile a Joseph que tiene que ir a recoger a Mia" La rubia le informó al hombre con el ceño fruncido, logrando que la castaña la observara confundida.
"¿Por qué Joey iría a buscar a Mia? Ella me dijo que vendría con nuestra madre" Astoria le dejó saber a la mujer, los nervios presentes en su voz.
"Helen acaba de llegar y dijo que Mia estaba esperándolo" Charlotte les dejó saber la información.