𝜗𝜚˚⋆ Setting us free ‧₊˚. ⸝⸝

₊˚ ꒰ 𖦹﹕Capitulo 4 ꒱ ˚₊

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—Ya era de mañana, aparecí en el cuarto de mi novio, pero no lo vi; tal vez ya se fue a trabajar. Me levanté y me fui a la cocina a hacer mi desayuno, pero él ya me lo había hecho. "Qué considerado", pensé, y me comí el desayuno que me preparó. Aún no había despertado del todo, seguía somnolienta y solo quería dormir, pero no podía; tenía que ir a mi trabajo de medio tiempo, que era en una cafetería. Me fui al baño a ducharme y alistarme. Tenía ropa de mi trabajo en el clóset de mi novio por alguna razón. Me fui a mi trabajo, que no quedaba tan lejos de donde vivía mi novio, y eso no me desagradó. Cuando llegué, solo me puse en el mostrador para esperar a algún cliente que quisiera comprar. La espera fue larga hasta que, por fin, entraron clientes y ordenaron cafés muy simples, pero fáciles de hacer. Ya había pasado casi todo el día y me di cuenta de que no le había dicho, por lo menos, el "buenos días" a mi novio. Así que, como no había nadie a quien atender, saqué mi celular y busqué su chat, y solo le escribí un mensaje:

—Hola, mi amor. Buenos días, ¿cómo te va?—
Me quedé esperando unos momentos una respuesta, pero vi que no le había llegado el mensaje. "Tal vez se le acabaron los datos móviles", pensé, y seguí con mi trabajo, pensando en él, hasta que vi cómo un chico atractivo entraba al local. Yo me quedé mirándolo raro. ¿Por qué demonios se me hacía atractivo? No puedo tener este tipo de pensamientos, tengo una relación con mi novio y soy súper feliz con él. Empecé a sumergirme en mis recuerdos con mi novio, hasta que la voz del chico que había entrado me devolvió al mundo.—

—Hola, quería pedir un café americano.—
Yo no le contesté y solo fui a hacer su café. Se me había olvidado ponerle nombre, pero el chico no se fue a sentar y solo se quedó enfrente del mostrador. Cuando terminé, se lo iba a dar hasta que me dijo algo que no me esperaba:
—Oye, lo siento si es tan repentino, pero ¿me podrías dar tu número? Me pareces atractiva y sé que no te conozco, pero por eso quiero tu número y...—
Yo solo me empecé a reír. Me parecía tierno que se pusiera tan nervioso por pedirle el número a una chica.
—Te lo puedo dar, no hay problema. Anótalo.—
Le dicté mi número de teléfono y él lo escribió en su celular. Después, simplemente se fue.—

—Ya había terminado mi turno y me iba para mi casa. En el transcurso, sentía que algo me carcomía por dentro y sabía lo que era: le había dado mi número a un chico que dijo que me encontraba atractiva. Me sentía muy mal por hacer eso, así que me puse a pensar en ello y me distraje mucho durante el camino. No prestaba atención a nada de lo que pasaba a mi alrededor, hasta que escuché un carro pitar y vi que iba a cruzar la calle sin cuidado. Después de un rato, llegué a mi casa y, al llegar, me derrumbé en mi sillón y automáticamente me dormí.—

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