CAPITULO 3 - Me han dicho que eres difícil...-

39 2 0
                                    

Se podría decir que cuando te besan, eres la más afortunada porque finalmente sabes quien es el amor de tu vida. El beso es inocente, atrevido, salvaje pero que te carcome el alma, te hace sentir una mujer.
Su sabor a fresa, chocolate, menta te inunda hasta no poder más porque lo amas y nunca dejaras de hacerlo, por más que te niegues a seguir con esa persona o alejarte de ella esa conexión, ese lazo sigue inerte y nunca dejarás de recordarlo por mas doloroso que sea su pérdida.

Pero este caso es diferente, no me moría por esa persona ni mucho menos la conocía es más me estaba devorando la boca y yo en vez de disfrutar el demostramiento de afecto gratis, estaba viendo ese acto asqueroso, repugnante, agh.

Y ese hombre desconocido para mí estaba con los ojos cerrados como si estuviera disfrutando, queriendo con tanto anhelo este beso.
Sus labios eran una combinación de menta, vodka y marihuana que era el sabor más delicioso que había provado en mi existencia.

A punto de cerrar los ojos y seguirlo al compás me di cuenta de un detalle:

Besando a desconocido.

Él distraido.

Yo apunto de caer.

Antes de que mi lengua diera pase a la suya, mordí su labio inferior con demasiada fuerza asegurandome de dejarle marca sentí que su sangre descendía a mi boca.

Se alejó bruscamente.

Nos miramos por segundos, se tocó sus labios y me miro de forma amenazante.

- Me han dicho que eres difícil- dijo con un acento inglés demasiado pronunciado, el desconocido fijó sus ojos en mi cuerpo examinándome- No se equivocaron

-¿No te han dicho que por atrevido te pueden dar una paliza?- lo desafié

- En lo absoluto.

Mi puño impacto en su cara haciendo un leve ruido.

En sus ojos destelló la furia, el golpe que le había propinado se estaba convirtiendo en rojo intenso y eso que a mi pobre mano le había dolido más que a él.

- Ahora estás advertido- reí sin gracia.

- Eres una estúpida- rugió. Parece que si le dolió y mucho, hasta su ego estaba bajo mis tacones.- Ni siquiera me recuerdas y ya estas dandome golpes ¿Te falla la memoria o qué?

El chico estaba tan cabreado...

Todo de él es una versión más joven de un espia, no podría pasar desapercibido con esa vestimenta tan obvia de no ser que estamos en un club nocturno donde la noche y las sombras son su mejor aliado.

La música elevó hasta dejarme los oídos sordos por completo.

- ¿Qué tendría yo que recordar? Tu cara de imbécil no esta en mi disco duro- levanté las cejas desafiándolo una vez más.

A estas alturas mi maquillaje esta corrido, mi vestido más arriba de mi trasero y mis tacos quebrados de tanto estar parada...

- Eres tan ingenua Hadley- rió, se quito el sombrero negro y dejo a la vista su cabello castaño, sus cejas gruesas, un perfil completo de él.- La misma de hace años.

Me esta jodiendo...

La sangre dejó de oxigenar mi cerebro

- Cállate jirafa- solté sin pensarlo dos veces, pues si era altote como de 1.90 era razonable ese apodo infantil.

- Had ¿En realidad no sabes quien soy yo? ¿Te olvidaste realmente de los Smi...?-

- No se de que me hablas hombre- lo interrumpí, era imposible que alguien más aparte de mí supiera sobre ellos, mi segunda familia por así decirlo.

The SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora