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SUMMARY ! grimmauld place es un hermoso caos cuando llega la navidad
WARNINGS ! soft, fluffy
NOTES ! es posible que encuentres errores... ¡espero te guste!
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El viento invernal soplaba con fuerza aquella noche en el número 12 de Grimmauld Place. La casa, usualmente envuelta en penumbras y silencio, brillaba cálidamente con una luz poco común. Adornos navideños flotaban por la sala, colocándose en lugares estratégicos bajo la mirada atenta de Sirius Black, quien llevaba una bufanda roja y dorada alrededor del cuello, a pesar de estar en el interior.
"¡Remus, no pongas las luces tan torcidas! Parecen colgadas por un troll con un confundus," comentó Sirius con una sonrisa burlona, mientras su mejor amigo intentaba colocar una guirnalda mágica en la repisa de la chimenea.
Remus giró los ojos, pero dejó escapar una risa ligera. "Si fueras tan bueno decorando como criticando, esto ya estaría terminado."
En el rincón opuesto, Harry, Ginny, Hermione y Ron estaban ocupados desempacando cajas de adornos antiguos que Sirius había encontrado en el ático. Entre ellos había esferas desgastadas, cintas doradas, y un árbol de Navidad que, según Harry, parecía más una rama seca que un pino festivo. Pero con un par de hechizos, el árbol había recobrado vida, luciendo frondoso y brillante.
Sirius se detuvo un momento, observando el caos a su alrededor. Por primera vez en años, Grimmauld Place no se sentía como una prisión. Había risas, villancicos resonando desde un viejo gramófono encantado, y el aroma dulce de galletas recién horneadas llenaba el aire, cortesía de Molly. Kreacher, aunque refunfuñando, había cedido a colaborar con los preparativos.
"¿Qué miras, Sirius?" preguntó Harry, acercándose con una esfera roja en la mano.
"Solo… esto," respondió Sirius, con un gesto que abarcaba toda la sala. "No recuerdo la última vez que esta casa se sintió como un hogar."
Harry asintió, entendiendo perfectamente lo que su padrino quería decir. Era su primera Navidad juntos, y ambos sentían que, por una vez, la vida les daba un respiro.
El tintineo de campanillas mágicas llenó la sala cuando la puerta principal se abrió, dejando entrar una ráfaga de aire helado y el aroma a pino fresco. Olive, envuelta en un abrigo beige y una bufanda blanca, apareció cargando una pequeña bolsa de papel con un hechizo de calefacción claramente activo.
"¡Llegó el espíritu navideño en persona!" exclamó Sirius, cruzando la sala en unos cuantos pasos para darle la bienvenida.
Liv sonrió, sus ojos brillando al verlo. "Y aquí pensé que el espíritu navideño eras tú," respondió, mientras dejaba la bolsa en una mesa cercana y se quitaba los guantes. Antes de que pudiera decir algo más, Sirius la tomó por la cintura y la giró en un torbellino, arrancándole una carcajada alegre.