Capítulo 1

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Pov: Blair

Ya nos encontrábamos en la ruta, yendo al lugar más hermoso del mundo, Beacon Hills, conocido por sus famosos asesinatos donde viviría una largo tiempo con el novio de mi mamá y su hija.

Mi mamá, Sandra, me decía varias cosas que yo no escuchaba, yo le contestaba con gestos, para hacerla creer que en serio la escuchaba, pero no, ya que estaba metida en mi mundo con los auriculares escuchando a Taylor Swift mientras hablaba con Tamar. Tamar era mi mejor amiga desde los 4 años, ella se había ido de la ciudad porque habían transferido a su papá a Beacon pero ahora me la volvería a cruzar a mi compañera de locuras.

-Hija-dijo moviéndome- Blair

-mmm¿ qué? - dije bostezando

- Hija baja llegamos, tenemos que bajar a saludar- dijo, esas habían sido palabras tiernas formuladas por ella, pero en realidad, seguramente, como siempre las escupía con odio.

Mi mamá, Sandra, era una pésima madre, no me demostraba cariño, me trataba mal y lo único que tenía desde los tres años, me lo había quemado por llegar tarde a mi casa. Pero, tampoco dejemos afuera el tema de que no me compra los inhaladores que necesito. Para poder tenerlos, mi hermano y yo trabajamos para a poder pagarlos. Mi hermano era y es el mejor, pero lástimamente mi mamá no lo quiso y lo abandonó.

Papá, no tengo, según Sandra nos abandonó cuando yo era chica, de él no me acuerdo nada, Sandra me dice, y cuando le preguntó las cosas terminan mal, o me encierra en la habitación o me hace limpiar toda la casa con un cepillo de dientes. Ella, enfrente de los demás me trata bien, pero cuando estamos solas no querrías estar en mi lugar en ese momento.

De tanto pensar no me había dado cuenta que había llegado, Sandra desde afuera me hacía cara fea y eso significaba que bajara rápido porque sino sabía lo que pasaría, lo único que quiero es que me trate bien mientras vivimos con otros.

Al bajar me encontré con el novio de mi mamá, que lo conocía poco y nada, y junto a él su hija Malia, a la que no conocía nada. Ella tenía el pelo largo hasta la cintura, con ojos marrones.En el momento que cruzamos miradas parecía que me estaba olfateando,aunque no le di mucha importancia.

-Hola Blair-me dijo y yo le contesté con un gesto, él no me caía mal, pero tampoco me caía bien, no lo conocía y la confianza y respeto se ganan como decía mi abuela, que por suerte sigue estando, siempre paso la mitad del verano con ella era muy agradable. Volviendo al tema anterior, él me presentó a la famosa Malia.- Ella es mi hija, Malia-

- Hola, es un gusto conocerte Malia- dije sonando amable- mi mamá me contó mucho de ti- Aunque eso era mentira, pero quién lo sabría.

- Hola, mi papá también me comentó mucho sobre ti- dijo, pero yo sabía que era mentira porque 1- mi mamá no hablaría nada de mi sino me conoce nada, 2- El tampoco y no creo que le interese- Ven- pronunció agarrándome la muñeca y llevándome adentro, donde próximamente viviría ahí por un tiempo, porque claro mi mamá haría algo y la cagaría como siempre y según ella yo sería la culpable. La casa estaba muy bien decorada, con un poco de estilo varonil, se notaba en exceso que falta una mujer con estilo aquí. Deje de pensar gracias a Malia - Tu mamá nos dijo que te gustaba el hockey- otra mentira más, seguro leyó mi twitter- y en nuestro colegió que empezarás a asistir mañana habrá pruebas para poder entrar al equipo- finalizó dándome un estuche de un palo. Aún no lo creía, cuando lo saqué de la funda, me encontré con uno de las mejores marcas, que eran muy caras, inmediatamente lo guarde y se lo entregué.

- Es un gesto muy amable de su parte pero no puedo aceptarlo, sé que este es de una de las marcas más caras- dije, pero al ver su cara desanimada- es un gesto muy encantador pero en serio, no puedo.

- Debes aceptarlo, porque he visto tu palo desde el auto, la cinta de arriba está rota, igual que la parte de abajo.
- Gracias en serio muchas gracias- dije abrazándola, ella se quedó helada pero luego lo respondió. Mi sonrisa era gigante, pero al ver entrar a mi mamá se borró.

- Ay, pero qué lindo- dijo, qué hipócrita, creo que ni siquiera sabe que hago ese deporte- Lo estrenarás cuando tengas ese deporte- genial ni siquiera sabe el nombre, es sólo buscar deportes en internet y listo- Ahora debemos ir a dormir-

-Sí, Blair, tu habitación es arriba la tercera puerta- me dijo el Papá de Malia.

-Gracias- susurré, provocando que no me escuchara.

Al llegar al piso de arriba, busqué mi habitación, al entrar me encontré con las paredes de color celeste, una cama matrimonial, un placar y un rectángulo blanco que parecía un escritorio.

Mi único trabajo en ese momento era era sacarme mis zapatillas y abrir la cama, para luego dormir, lo único que esperaba era no tener física en la primera hora de mañana y que nadie me mirará.

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⏰ Última actualización: Feb 02, 2019 ⏰

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