Harry
Maldita ciudad, yo y los chicos nos tuvimos que mudar de Londres por que la policía nos ésta buscando por asesinato y tráfico de droga.
Hoy fue mi primer día de escuela me toco sentarme al lado de una chica, creo que se llama Hannah. A la verdad que la trate muy mal, pero en fin no me importa. No quiero tener ninguna amistad o relación con nadie, no quiero meter a nadie en la mierda que estoy.
- Harry hermano, la policía de Londres ya le notificaron a los de Estados Unidos sobre nuestra captura. - Me dijo Niall mientras se comía un pedazo de pizza.
- Hay que estar precavidos, no podemos dejar que nos cogan. Hay mucho en juego. - Le decía mientras pensaba en que mierda vamos hacer.
- Oye Harry tenemos una vecina súper sexy. - Me decía Liam mientras miraba por la ventana.
Me asomó y me llevo una sorpresa, se trata de Hannah. No me fije que fuera tan bonita, tiene una cara tan inocente que eso la hace ver más linda aún.
- Es mi compañera de clase. - Dije desinteresado.
- vaya, está para darle toda la noche. - Dijo de la nada Louis.
- Como sea. - Dije sin prestarle mucha atención a los chicos.
Subí a mi recamara y me tire en la cama, estaba exhausto. Aún recuerdo esos ojos que me miraban con súplica porque no lo matará. Nunca había matado a nadie hasta hace una semana.
Ésta nueva casa no era lujosa, aunque fácil podíamos conseguir una, pero queríamos pasar de desapercibido así que decidimos comprar está pequeña pero cómoda casa. Sólo estaremos un año aquí.
Estaba leyendo, cuando mi teléfono empezó a sonar. Lo tome de mi mesita de noche y sonreí al ver el nombre.
Era un mensaje de Chelsey, la conocí en la escuela. A la verdad que solo le pedí el número para pasar la noche.
"Te espero en mi casa precioso, mis padres se fueron de viaje.
Xoxo, Chelsey"
Ella sabía lo que yo quería de ella y eso a ella le encantaba.
Me puse mi chaqueta, baje las escaleras. Los chicos estaban jugando el Xbox así que solo les dije que volvería tarde. No prestaron atención. Me dirigí a la puerta y antes de montarme en mi carro escuché una voz.
Hannah...
Al parecer estaba hablando por teléfono. La escuché mencionar mi nombre y la curiosidad me entró. Me escondí en unos arbusto para escuchar mejor la conversación.
- No puedo creer que ese gilipollas del profesor te haya cambiado de mi lado, para ponerme a ese capullo.
Me reí bajo, ésa niña tenía una boquita sucia.
- Podrá estar todo lo caliente que sea, pero no deja de ser un cabron.
Asi que piensa que soy sexy, interesante.
No quise escuchar más la platica así que me decidí en marcharme. Tenía cosas más importante que hacer.
[...]
Chelsey estaba encima de mi brincando como un conejo.
Ésto me quitaba el estrés pero sin embargo no me satisface. Ella es preciosa pero la verdad es que es una puta, nunca la cogería para algo serio y aunque lo fuera tampoco estaría con ella.
- Ya bajate. - Le dije frío.
- Pero si apenas hemos empezado. - Me dijo un poco agitada.
- Seguimos otro día. - Le decía mientras cogía mi ropa del piso.
- Bebé sabes que para ti estoy disponible a cualquier hora. - Me dijo mientras besaba el lóbulo de mi oreja.
No le dije nada, me límite a irme. Cuando llegué a mi casa, pude fijarme de una figura de una chica sentada en la acera sollozando.
Era Hannah ...
Me senté al lado de ella.
- ¿Porqué lloras? - Le pregunté.
Ella se asustó y me miro a los ojos. No me gusta ver llorar a nadie y menos a una chica.
Ella sólo se tiro a mis brazos y empezó a llorar más fuerte. La abrace más hacía mi para que supiera que no estaba sola en esos momentos.
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