- Te amo - dijo ella
Él la miró sin expresión en su bello rostro.
- Yo solo . . .
- Por favor - interrumpió ella, dolida -, no me digas que solo me quieres como amiga. Es la peor manera de matar a alguien.
Él suspiró
- Es que ni siquiera te considero mi amiga.
Y el mundo de ella se derrumbó.