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Capítulo dos:

________ POV

¡Por fin libre! Pensé mientras salía a toda velocidad de casa. Conmigo iban Lily y Jan mis mejores amigos, mi verdadera familia. En los últimos años nos habíamos vuelto inseparables, se podría decir que compartíamos algo, y ese algo era que nuestros padres habían olvidado que tenían hijos. En el trayecto al Pub escuchamos música, fumamos y bebimos un poco. Al llegar ahí el cadenero como de costumbre y sin pensarlo dos veces nos dejó entrar, escuché toda clase de reclamos a mis espaldas, esos chicos no tenían idea del poder de mi presencia, era obvio que no lo sabían. Los ignoré y entré seguida por mis amigos.

El lugar estaba abarrotado de chicos y chicas de nuestra edad, sin embargo nuestra mesa estaba en la zona VIP.

Entre copas, la noche iba avanzando bailábamos y debido al alcohol en nuestras venas las risas que soltábamos atraían la mirada de los demás, como sí me importara.

-¡vamos _____ una copa más! -exclamo Lily mientras yo me sostenía disimuladamente de la barra, me sentía un poco mareada, pero no podía quedar mal delante de mis amigos. -¡vamos! -insistió y tomé un trago más.

-Ya es suficiente ______ -Jan me miró- Lily -levantó una ceja hacia ella , esta noche manejo yo -Jan era quien nos cuidaba practicante, de los tres él era quien menos dinero tenía, pero al final de cuentas, aun así era hijo de un hombre poderoso.

-¡Basta Jan! ¡Estamos aquí para divertirnos! No amargues la fiesta -Lily le grito a Jan y algunas personas voltearon a vernos me sentí incomoda pero ella tenía razón, esta noche era de diversión.

Las dos soltamos una carcajada antes de volver a presionar otra copa contra nuestros labios.

Justin POV

Una vez que Alfredo se aseguró de que no había nadie en la casa decidimos entrar en acción. Nos acercamos a la puerta y vaya que el dueño era muy confiado pues solo había cámaras de seguridad pero ningún sistema de alarma, no es que yo fuera un experto en seguridad, pero teniendo una casa como esa, lo más lógico era tener algo más que simples cámaras.

-Justin ¿listo? -Alfredo preguntó

-Listo -respondí y segundos después entramos.

Saque una pequeña lámpara para que los vecinos no pudieran ver demasiada luz y sospechar. La casa era verdaderamente enorme, Fredo desapareció y después de unos interminables segundos salió con unas joyas.

-¡Justin que esperas! Esto debe ser rápido.

Parpadee y las palabras de Alfredo me hicieron reaccionar. No sabía por dónde comenzar, jamás había robado una casa, solo algunas tiendas y siempre había robado mercancía barata para que mis hermanos pudieran comer. De pronto ahí estaba otra vez Alfredo, mirándome un poco enojado.

-¡Ya voy! - le dije y comencé a hurgar entre todos los cuartos.

Para mí era un poco difícil tomar dinero o algunos objetos de valor, pues la obscuridad me impedía una visión perfecta. Subí al segundo piso a trompicones debido a mi casi nula visibilidad, busque en varias habitaciones, pero los nervios eran más fuertes que yo.

Comenzaba a sentir mi respiración entrecortada, y cuando algún cajón tenía ropa me entraba el pánico, entré a la tercer habitación y encontré una bolsa de papel con dinero así que decidí que era suficiente, mi corazón y mi conciencia no me ayudarían mucho en este atraco, tomé la bolsa entre mis manos temblorosas y baje corriendo.

Respiré agitadamente, bajando los escalones de dos en dos, Alfredo no estaba por ninguna parte y comencé a asustarme.

-¿Fredo? -Susurré

-dime -dijo y casi mi cabeza pega en el techo debido al salto que di, el había salido de la nada. -ya todo está hecho -dijo pasándose un gran fajo de dinero de una mano a otra -tenemos el botín

Asentí con la cabeza, trague saliva y salimos corriendo, dispare a las cámaras de seguridad para asegurarme que nadie sabría de nuestro delito.

_________POV

Después de tantas copas me sentía un poco más mareada, le pedí a mis amigos seguir la fiesta en mi casa y ellos aceptaron. No quería quedar en ridículo por mi borrachera, lo peor que podría pasarme sería vomitar en los pies de alguien. Jan se ofreció a manejar, pero tampoco estaba tan ebria, y podía hacerlo. Al salir del bar casi me caigo al tratar de entrar al auto, Lily y yo nos echamos a reír. Jan me ayudó a entrar. Dudé en manejar, y no por miedo, más bien no recordaba como hacerlo.

Por un miembro me olvide de mis preocupaciones y comencé a manejar, sin embargo mi mareo aumentaba, la vista me fallaba, y lo peor es que comenzaba a ver todo borroso y me sentía algo cansada, pero no faltaba mucho para llegar a casa, apenas y alcanzaba a escuchar la plática entre mis amigos.

Era como sí la carretera se moviera debajo de mi.

¡Diablos! Pensé cuando un estúpido se me atravesó y tuve que frenar para no atropellarlo. Sonreí apenas un segundo cuando me di cuenta que estaba a punto de estrellarme contra un poste, y así fue, me di un golpee en la cabeza y dolió mucho, solté un pequeño grito y el auto se detuvo.

Pensé que todo había terminado, me sentía asustada, la cabeza seguía doliendome, seguramente tendría un moretón después. Miré a mis amigos quienes estaban muy asustados pero estaban bien, de pronto sentí otro golpe, era un auto que imagino también era manejado por alguien como yo. Un ebrio. El auto dio vueltas, mi cuerpo se golpeaba con violencia en todas partes mientras escuchaba gritos por todos lados, sentía golpes en todo mi cuerpo y cada vez los impactos contra el auto me dolían más, gritaba pero eso no impedía que mi coche dejara de dar vueltas. El auto quedó parado muy lejos del primer impacto. Toqué mi cabeza con dificultad. Había demasiada sangre. No podía hablar y menos moverme.

El solo hecho de respirar me dolía, de mis ojos comenzaron a brotar lágrimas, lagrimas sin sollozos, poco a poco sentí mis ojos aun más cansados, poco a poco deje de sentir dolor, lentamente cayendo en un sueño profundo.

Romeo & Juliet - Justin Bieber #JustinBieberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora