LOTM 2: Círculo de Inevitabilidad Parte 6

Capítulo 1093: Puntos clave de la actuación

En lo alto de las capas de nubes, el perchero de madera bajo los pies de Lumian, ardiendo con una llama azul violácea, no se convirtió rápidamente en cenizas. Era como un metal verdaderamente resistente al calor y milagroso, que mantenía su estado básico y duro.

Esta era una habilidad que los Cazadores poseían desde la etapa de Caballero de Sangre de Hierro: "armar" objetos ordinarios, transformándolos temporalmente en herramientas letales.

En el nivel angélico, Lumian podía ahora hacer que la madera, el papel y materiales similares alcanzaran temporalmente la fuerza de la Espada del Valor, asegurándose de que no se disolvieran instantáneamente bajo las llamas añadidas y las explosiones internas, manteniendo su estabilidad más fundamental.

Esto permitía que la bola de fuego de un Cazador tuviera un portador y desviara algo de potencia para acelerar constantemente, bombardeando en última instancia la zona objetivo desde la distancia a varias veces la velocidad del sonido.

En la etapa de Caballero de Sangre de Hierro, este rango remoto era de 5 a 10 kilómetros. Para un Brujo del Clima, se convirtió en cientos, o incluso miles de kilómetros.

Sin embargo, esto no era muy útil en el combate real. Aunque el arma portadora de la bola de fuego volara con rapidez, añadir una distancia extremadamente larga seguiría requiriendo cierto tiempo para alcanzar la zona objetivo. Por no hablar de los Ángeles y los Santos, incluso los Beyonders de Secuencia Media con una fuerte intuición espiritual podrían detectarlo de antemano y escapar a tiempo de la zona potencialmente cubierta.

El nivel actual de la Niebla de Guerra no se podía unir y seguir a lo largo.

Lumian podía desviar una pequeña porción de su psique para fundirse con la bola de fuego o el arma, lo que les permitía cambiar de dirección. Pero una operación de este tipo, cuando se realiza desde demasiado lejos, siempre carecería de precisión y, por tanto, no podría golpear a los enemigos más allá de cierto nivel.

La mayor utilidad de un ataque de este tipo era únicamente destruir objetivos fijos. Para Lumian, era completamente incomparable a los ataques místicos de largo alcance lanzados a través del mundo espejo.

Pero...

Lumian miró el perchero bajo sus pies, que ardía brillantemente como una espada gigante, luego miró las nubes blancas abiertas por el viento y la ciudad de abajo que parecían motas de polvo, y escuchó el boom sónico que no podía alcanzarlo. Se rió para sus adentros.

¡Qué genial!

¡Sin considerar conspiraciones, un Cazador debe ser arrogante!

Si no, ¿cómo provocaría uno a los demás?

¡Boom!

Una luz azul violácea, con una figura humana de pie sobre ella, atravesó rápidamente el cielo, dejando tras de sí una explosión que hizo temblar violentamente casas y cristales.

...

Junto a un pueblo de montaña donde llovía a cántaros.

El río ya se había desbordado con aguas amarillentas, avanzando hacia la no tan grande ciudad en la distancia.

Los habitantes de la ciudad estaban ansiosos, preocupados por la posibilidad de que se produjeran inundaciones en las montañas y afectaran a sus espacios vitales. Muchos aldeanos ya habían subido al segundo piso o a sus tejados porque la crecida del agua les había sobrepasado las rodillas e intentaba derribar sus puertas.

Contemplando las aguas cada vez más amarillas de la inundación, los experimentados aldeanos se preocuparon cada vez más y no tenían dónde escapar.

De repente, oyeron un fuerte "bang" e instintivamente levantaron la vista, dirigiéndola hacia el cielo.