Entre familia.

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[Narra Mangel]

Creo que lo que realmente me habia jodido de todo esto es que no hubieran tenido los cojones para decirme que era lo que estaba pasando entre ellos, que yo lo aceptara o no... Era otra cosa.

Tampoco es que considerara un mal tipo a Cheeto, por algo lo quería como a un hermano, pero la amistad esta basada en la confianza ¿y ahora con que cara podía considerarme su amigo? Estaba jodida la cosa.

Y sí, sé que mi hermana no es una niña pequeña y que debe darse de ostias sola pero ¿porqué de los millones de hombres que hay en todo el mundo tenía que ser uno de mis mejores amigos?

Y asi pasaron tres días desde que lo encontré en la habitación de mi hermana, tres largos días en los cuales el hijo de puta no se paró en casa ni una sola vez, tampoco era tan extraño le había reventado la boca pero seguía siendo su casa y teníamos cosas que arreglar.

Tampoco había visto a Daniela en tres largos días, habia estado esa noche conmigo y luego había corrido diciendo que tenia algo que hacer así que como quien dice parecía que vivía solo y que no tenia amigos ¿porqué? Bueno durante mi "soledad" intenté comunicarme con Rubius pero contestaba mis mensajes muy esporádicamente ¿qué cojones estaba pasando? ¿se los había tragado la tierra? Eso parecía.

Volvamos a la historia, después de haber pasado como dije tres días en soledad alguien tocó la puerta, podría ser cualquier persona lo que estaba claro es que no era una de los habitantes de esa casa o tendrían llaves para entrar.

- ¿Isabel? - la gemela de mi compañera de piso saludó un poco con la mano, se veía fatal, unas ojeras tremendas, los ojos hinchados de tanto llorar y bueno... Se notaba algo demacrada, cosa que en la vida había creído posible, Isabel la chica perfecta guapa, inteligente y un montón de maquillaje por todos lados estaba preocupada y no podía esconderlo tan fácilmente ni siquiera con esos kilos de maquillaje que tenia encima.
- ¿Esta Daniela en casa?
- Lamento informarte que no esta en casa, no la he visto en tres días - su preocupación que acentuó enseguida- Ven, pasa - me hice a un lado para dejarla entrar.

En cuanto estuvo dentro de casa se desmoronó completamente, ya no había rastro alguno de su sonrisa, comenzó a llorar desconsoladamente abrazándome con fuerza por el cuello, al principio no me lo esperaba, di un paso hacia atrás por la fuerza con la que se me colgó, pero al darme cuenta del estado en el que se encontraba rodee su cintura enseguida, protegiéndola entre mis brazos.
- ¿Izzy?
- Lo siento Mangel, es que no sé que hacer, Daniela me odia justo ahora y no sé como cambiar eso
- Ven, sientate, te traeré un poco de agua- la dirigí hasta la sala para que se relajara un poco, fui directo a la cocina por un vaso con agua y justo ahí tomé unos segundo para intentar caer en cuenta que coño pasaba porque en vez de entender cada día se hacia un embrollo totalmente diferente.

No había percatado de su condición hasta que la vi sentada, su vientre abultado resaltaba bajo aquella remera que incluso más grande a su cuerpo no podía ocultarla, ambos nos miramos por varios segundos, claro que se había dado cuenta de que lo había notado, enseguida llevó ambas manos sobre su vientre para esconderlo un poco.
- Vegettita ¿no? Bueno, será un crío muy guapo con el par de padres que tiene - Sonreí de nueva cuenta para no ponerla más nerviosa - ¿Dani lo sabe?
- No me he atrevido a contárselo aún - llevó sus manos hasta su rostro cubriendolo.
- Vamos a ver, Daniela no es tonta se dará cuenta de que ese estómago no es de alimento y estoy seguro de que le encantará tener un sobrino - intenté animarla pero ella seguía negando
- Sé que tienes razón pero no esta molesta por eso, me mudo a los Ángeles con Samuel la próxima semana y me ha odiado en cuanto lo supo
- Normal, si no le dices el verdadero motivo no entenderá que esta pasando realmente, los hermanos siempre queremos lo mejor para nuestros hermanos, y los sobreprotegemos, pensamos que a veces no toman las decisiones correctas solo queremos verlos felices solo que no paramos a ver realmente que esas decisiones que toman los hacen felices - touché, ahora fui yo quien comprendió aquello, irónico ¿no es cierto? Poco después de eso, Isabel se fue a su casa, se notaba mucho mejor y eso me hacia sentir mejor incluso a mi... Y adivinen quien se presentó al fin.

- Pero si es el gran Abraham - grité desde el marco de la puerta - Que gusto que nos honre con su presencia - Cheeto me miró sin saber si era buena idea acercarse o no, me di media vuelta y entré a casa dejándole la puerta abierta para que entrara.

Ninguno de los dos cruzó palabras cuando nuestras miradas se encontraron en la sala, él camino hasta su habitación y yo permanecí en a sala jugando en la consola, pasaron varios minutos antes de que Cheeto saliera de su habitación y rompiera el silencio entre ambos.

- Antes de que me digas algo, no estuve con tu hermana estos días, estuve con Maximus - comenzó cruzándose de brazos.
- Lo sé, Paulina me lo dijo - no volteé a ni a mirarlo, ya no estaba molesto como antes aún así él era quien tenia muchas cosas que explicar no yo.
- Siento mucho no haberte contado nada Mangel, quería ser sincero contigo pero no supe como - se paró frente a la televisión para que le prestara atención - Tu hermana me gusta pero no quiero joder nuestra amistad
- No quieres joderla... ¿y porque coño no veniste tú a hablarme de esto? - aventé el mando contra el sofá
- Por qué fui un tonto
- Eres un tonto - me levanté de mi asiento quedando frente a frente - más te vale que la cuides o te romperé de nuevo la cara - Cheeto se quedó flipando cuando puse mi mano sobre su hombro.

[Narra Dani]

¿Dónde estuve durante estos tres días? No les voy a mentir fueron los tres mejores días de mi vida.
- ¿De que te ríes tonta? - Ruben decía a la par que sus dedos recorrieron mi espalda desnuda.
- De nada, solo estoy contenta - acerqué mi cuerpo contra el suyo cubriéndonos con las sábanas, acaricié sus mejillas con mis yemas de los dedos era un chico maravilloso, su sonrisa me volvía completamente loca.
- No te vayas... - susurró acercándose a mis labios rozando los lentamente.
- Tengo que irme, Mangel me matará si no llego a casa... Han pasado tres días y seguro estará preocupado, además tengo que hablar con Isabel - bufé separándome a regañadientes de su calor, eso me causó un dolor físico ¿cómo podía causar eso en mi?

Pero bueno tenia que volver a casa donde aún me quedaban cosas que solucionar, las tonterias de mi hermana sobre L.A., el triángulo entre Cheeto, Mangel y MariJo, Rubius aún tenia que solucionar lo de Jen, no podíamos estar encerrados en nuestra burbuja siempre aunque quisiéramos.

Al llegar noté que Cheeto y Mangel no parecían enfadados, además del morado que aun permanecía en el rostro del menor no parecía que hubieran peleado, los encontré jugando a la consola.

- Pero miren quien llego, debo de estar de suerte para que ambos aparezcan justo hoy - dijo Mangel intentando parecer molesto pero sé que no lo estaba, al contrario estaba aliviado de que hubiéramos vuelto - ¿Dani podemos hablar? - asentí caminando detrás de él hasta la cocina.
- Mangel yo lo siento, no fue mi intención desaparecer y no avisarte
- se donde estuviste coño - me calló enseguida yo intente esconder una risita - Es sobre Isabel - trague saliva enseguida
- ¿qué pasa con ella? Ya te pidió que intercedieras por ella ¿no?
- No, pero creo que debes saber, Isabel esta embarazada por eso se va a L.A. con el padre de su hijo y necesita tu apoyo, no más reproches - Me quedé muda totalmente... Mi hermana estaba embarazada eso si era una gran noticia ¿no?

life is strange -youtuber fanfic #wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora