Fascinante... (One-Shoot Sherlock)

Fascinante... (Part I)

Corría con prisas por las calles de Londres a causa de la fuerte lluvia que caía, y yo sin paraguas... Tenía una entrevista muy importante para mí, ya que la esperaba desde hace tiempo y por fin han aceptado hacérmela. Con el maletín de piel dónde llevaba mi curriculum, me protegía el pelo para poder estar lo más presentable posible. Entré en un atajo para poder llegar antes y refugiarme de la lluvia, pero aún así, el camino era bastante largo y para colmo, no llevaba dinero para pedir un taxi. 

Mientras andaba apresuradamente, no me percaté de que dos hombres se encontraban al final de aquel atajo, pero eso fue hasta que me topé con ellos.

-¡Oh, disculpen! - dije sorprendida.

Tenía intención de encaminarme de nuevo, pero uno de ellos, el más bajo, preguntó:

-¿Amanda Fresh?

-Sí, ¿quién lo pregunta? - pedí algo preocupada que supieran mi nombre.

-Somos... de Scotland Yard e investigamos un caso con un desaparecido... - decía el hombre, pero yo le interrumpí apresurada.

-¿Le importa si mantenemos esta conversación cuando salga de una entrevista que tengo en 10 minutos? Voy muy justa de tiempo...

-Ya no se preocupe de eso - dijo el hombre alto, de cabellos rizados y oscuros -. Hemos llamado y les hemos dicho que la cancelen.

-¡¿Qué?! - pregunté muy alterada - ¡¿Quién se cree que es usted para hacer tal cosa?!

-Sherlock Holmes - me dijo indiferente -. Detective consulta, y este hombre de aquí es John Watson. 

-Señorita Fresh, ¿le importa si hablamos en privado? - preguntó Watson.

-Bueno, ahora da igual, me han arrebatado la entrevista... Así que... - bufé.

-Se trata de su primo, James Gladish - dijo serio Watson.

-¿Ha ocurrido algo? - pregunté ya más seria.

Watson miró a Sherlock algo apenado y volvió a dirigir la mirada hacia mí.

-Ha muerto.

Me quedé helada. James y yo no eramos esa clase primos que se ven siempre o quedan para comer, pero siempre que nos veíamos estaba contenta de verlo feliz.

-Por favor, acompáñenos - pidió Watson.

Yo accedí sin decir nada. Watson me dio un paraguas y caminamos poco hasta llegar a una cafetería. Entramos, nos sentamos en una mesa y me sentí extraña, ya que entré en una cafetería "informal" mientras que llevaba puesto un vestido negro elegante.

-¿Se encuentra bien? - me preguntó Watson.

-Eh... Sí... Bueno, no... No lo sé... - confesé en un suspiro.

-Es comprensible - murmuró Watson -. Si me disculpa, ahora vuelvo y comenzamos con las preguntas.

-Claro...

Me dejó sola con el señor Holmes en la mesa sentada delante de él. Lo observé durante unos segundo que miraba a otro lado. Parecía un hombre... extremadamente peculiar. Su forma de actuar nunca la había visto en otra persona. 

-¿Va a seguir observándome de esa foma, Señorita Fresh? - soltó Holmes aún así mirando a otro lado, y yo me sorprendí.

Me miró a los ojos y dijo:

-Dígame, ¿ese vestido es suyo?

Me quedé sorprendida por la pregunta pero ni siquiera me dio tiempo a responder, porque él lo dijo.