—Era un día más, uno de esos que parecían normales para todo el mundo. Para los Hargreeves, sin embargo, era una oportunidad rara. Su padre, Reginald, se había ido de viaje por un mes entero. ¡Un mes sin su mirada fulminante, sin las reglas estrictas, sin las exigencias! Eso sí que era una verdadera vacación, aunque la paz fuera más bien relativa.
—Klaus, Ben y Diego, como no podía ser de otra manera, se habían lanzado a organizar su "campamento de bromas". Se trataba de un proyecto serio: hacer todo lo que les viniera en gana sin que nadie les dijera qué hacer. Y por supuesto, hoy había piscina. Una piscina llena de agua, risas, salpicaduras y, sobre todo, un sinfín de momentos que se grabaron en sus recuerdos como los mejores, aunque también los más caóticos.
—Cinco observaba desde la orilla mientras los demás se tiraban a la piscina, empujaban y salpicaban a los inocentes que pasaban cerca. Había algo en el aire ese día, algo que no estaba bien, y no lo podía entender. Y mientras él se recargaba en el borde de la piscina, sus ojos caían una y otra vez sobre Isabel.
—Isabel... —pensó para sí mismo, sin poder evitarlo.
—Isabel, la hermana que siempre había sido un poco irritante, con esa sonrisa que a Cinco le sacaba los dientes. Una sonrisa inocente, llena de vida, que se burlaba de sus intentos por mantener la calma. Pero hoy... hoy había algo diferente en ella. La forma en que sus ojos brillaban al sol, su risa en el aire como un eco que lo sacudía, no era lo mismo. Isabel estaba más hermosa de lo que recordaba.
—Cinco no podía evitar mirarla. Se mordió el labio con fuerza cuando ella pasó cerca de él, salpicándole agua.
—¿Qué pasa, Cinco? ¿Estás bien? Pareces pensativo. —dijo Isabel, acercándose con esa sonrisa juguetona en sus labios.
—Cinco, con el rostro un poco tenso, respondió tratando de mantener la compostura:
—Sólo no me hagas mojarme. —dijo, pero su voz sonó más suave de lo que esperaba. Isabel arqueó una ceja, claramente disfrutando de la incomodidad que había causado.
—Venga, hermano, no seas aguafiestas. Si te tiras a la piscina, yo te sigo. —dijo ella con una risa burlona, saltando al agua con un estallido de salpicaduras.
—Cinco la observó mientras se zambullía en el agua. Mantuvo la distancia, pero no pudo evitar que sus ojos siguieran siguiéndola.
—Isabel... —pensó, sus mejillas comenzando a arder levemente.
—Isabel nadó unos metros, se volteó para mirarlo y lo desafió con la mirada.
—¿Te vas a quedar ahí todo el día o te vas a meter al agua? —le preguntó, con una sonrisa divertida.
—Cinco, que aún se sentía tenso, respondió de manera cortante:
—No necesito tu permiso para tirarme. —intentó sonar serio, pero por dentro se sentía completamente confundido. ¿Por qué ahora, cuando antes siempre se había lanzado sin dudarlo, su mente y su cuerpo estaban tan fuera de control?
—Isabel lo vio moverse hacia la orilla y sonrió satisfecha. Aunque no era que estuviera buscando molestar a su hermano, su presencia siempre tenía esa rara capacidad de descolocarlo. Un efecto extraño que le gustaba, pero también le inquietaba.
—¿Vas a seguir mirando o vas a unirte a la diversión? —preguntó Isabel, mientras salía del agua y se acercaba de nuevo, con una picardía evidente en sus ojos.
—Cinco, un tanto desconcertado, hizo lo posible por no mirarla directamente. Solo se limitó a dar un paso hacia el agua, intentando mantener la calma.
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¨Sombras de lo que eramos¨ TEMPORADA 1 - TEMPORADA 2 - FLASHBACKS
RomanceIsabel Hargreeves: Hermana adoptiva de los Umbrella, Número Ocho con el poder de controlar la materia, Isabel tiene una relación compleja con Five Hargreeves, su mejor amigo y amor de la infancia. Es una chica fuerte, pero marcada por el sufrimient...