❀ Zᴏᴅɪᴀᴄᴏ Kɴʏ ❀

Capítulo 4

[ Semanas después ]

En estos últimos días, la relación entre las hermanas con los demás cazadores iba mejorando. Si bien, antes desconfiaban de ellos por el simple hecho de no conocerlos; ahora les tenían un cierto respeto

Aries y Cáncer le habían agarrado un gran cariño a la pequeña Nezuko desde qué la conocieron por primera vez en esa caja de madera. A pesar de no entender sus acciones, sus instintos si sabían el porqué.

Desde ahí, ninguna se despegaba de la pelinegra. A dónde fuera ella, Aries y Cáncer estarían ahí; ésto hizo qué Nezuko también se apegara a ellas. Sintiendo las cómo parte de su familia

Tanjiro, Inosuke, Zenitsu y Sagitario no se quedaron atrás; los cuatro desarrollaron una amistad increíble. Aunque al principio la ojiceleste solo conversaba con el pelirrojo (No sabe si por desesperación qué le causaba esté, al querer entablar una conversación. Pero qué al final terminó accediendo), con el paso de los días; se fue desenvolviendo con el miedoso y el jabalí

Descubrió qué no eran tan malos como aparentaban, al contrario eran divertidos y graciosos. Esto hizo qué les tomará un aprecio

Capricornio a pesar de ser más silenciosa, encontró similitudes con la demonio de la trenza. La primera cómo era obvio es qué las dos eran serias y tranquilas; pero sus auras desprendían amabilidad. La segunda era qué disfrutaban de una buena charla bajo la luz de la luna. La tercera era su pasión por la lectura, si bien ambas tenían géneros de literatura diferentes, eso no impidió qué hablarán por horas sobre sus libros favoritos.

Y la última era qué cada qué conversaban había momentos en dónde compartían anécdotas, chistes y recuerdos con sus hermanos. Demostrando el amor inigualable qué les tenían

Pero no solo eso, también conocieron a Aoi, Sumi, Kiyo y Naho las cuáles se encargaron de cuidarlos y de entrenarlos junto a Kanao (La aprendiz del Pilar del insecto)

Los días siguieron transcurriendo de lo más normal hasta qué llegó el día

El día en dónde sus cuervos les informaron sobre su primera misión juntos.
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Hizo una pequeña reverencia, ajustó su katana, su haori era sacudido por el producido aire al igual qué su deslumbrante cabello y sus pies lo comenzaron a llevar hacia su destino. Pero antes de seguir caminando una voz lo detuvo

¿?: ¿Tiene qué partir Rengoku-san?

Kyōjurō: ¿Ah? Oh señorita Tsuchiya - Mencionó alegremente al ver a su "hermanita" (cómo el solía decirle) - Me temo qué si, tenemos nueva información de un nuevo demonio; el cazador qué lo encontró está muerto. Seguimos perdiendo a más integrantes contra ellos, así qué tengo qué hacer algo

Piscis: ¿Usted cree qué, sea alguien de las doce lunas?

Kyōjurō: Es muy probable, parece de alto rango según me informaron

Piscis: Suena algo difícil pero si es usted el encargado de eliminarlo. No debemos preocuparnos - Sonrió emocionada, cómo una pequeña niña

Kyōjurō: Jeje así es, ¿Y tú pequeña? ¿Te asignaron una nueva misión?

Piscis: ¡Claro!, me enviaron a un pueblo cercano al sur; a investigar sobre las desapariciones de unos niños. Junto con la señorita Kanroji - Más emocionada no podía estar

Kyōjurō: Eso es excelente, les deseo a ti y a Kanroji la mejor de las suertes. Esperó éxito en su misión - Se aproximó a ella para poder acariciar su cabeza de forma tierna y suave, segundos después se alejó emprendiendo nuevamente su viaje