LA PROMESA | EL MARIANA Y TU PT.2

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NARRA ___
Hoy era un día nuevo y tenía que llevar a Simba al veterinario ya que le tocaba baño, y había quedado con Samy anoche de ir a comprar unas cosas pero me acompañaría primero al veterinario.

Ya estaba lista así que le puse la correa a Simba y con ella en brazos salí de mi departamento pues Samy ya me estaba esperando en la entrada de su departamento, con su típico cabello planchado y unas gafas enormes.

—¿Lista? —preguntó, acariciando la cabeza de Simba para después saludarme.

—Sí, traes tus llaves? Porque la última vez...

—Ah sí, ya las traigo, nada más una vez me olvido de algo y me haces drama —Se cruzó de brazos con una sonrisa burlona y caminó hacia la puerta.

Después de eso bajamos hacia el estacionamiento y nos subimos al carro de Samy, el camino al veterinario fue tranquilo con Simba emocionada de sacar la cabeza por la ventana del auto. Una vez que la dejamos, nos dirigimos al centro comercial.

—Entonces, qué juguetes necesitamos para el stream? —pregunté, mientras Samy buscaba estacionamiento.

—Cosas absurdas, entre más pendejas, mejor. Algo que diga "por qué Chingados existe"

—¿Cómo siempre? —dije, soltando una risa.

Samy se unió a mi risa, y por un momento, todo pareció más ligero.

Entramos a la juguetería y nos perdimos entre pasillos llenos de juguetes, samy se metió a un pasillo de armas y tomó una pistola de agua gigante y me la apuntó.

—Deberíamos de comprarlas e ir a algún lado con piscina

—si para que otra vez te hagas por no saberte lanzar del tobogán-rei.

Ambas terminamos recorriendo toda la tienda mientras llenábamos el carrito con juguetes absurdos: un juego de espermas, una pelota que se iluminaba y repetía todo lo que decías, y una colección de dinosaurios miniatura que rugían al presionar un botón.

—¿Crees que esto sea suficiente? —pregunté mirando el carrito.

—Para el stream, sí. Para tu vida amorosa, tal vez necesitamos otro pasillo —bromeó.

—Samy...-dije pegándole con el juego de espermas.

—Ya, cabrona, No digo nada, vámonos antes de que gaste más en tonterías.

De regreso en su departamento, preparamos todo para el stream, colocamos los juguetes en la mesa, conectamos las cámaras y nos sentamos frente a la computadora, el chat ya estaba lleno de mensajes, como siempre.

—¡Hola, chismosos! —saludó Samy, ajustándose los audífonos.

—Hola a todos —hable, intentando sonreír.

El stream comenzó platicando un poco y después explicamos que haríamos, Samy probaba cada juguete haciendo bromas, mientras yo intentaba leer los comentarios.

"Donde compraron eso?"
"Yo tengo una pelota así"
"De seguro mandaron a produ por todo eso, lo explotan"

—ora wey que explotas a produ dice-dije burlándome de ella—

—Claro que no wey-respondió acomodándose el pelo.

—apoco si le pagas?-pregunte incrédula.

—Si wey

—Con cuerpo será-respondí y empecé a reírme, por su parte Samy solo se puso roja.

Todo iba bien hasta que hicimos una dinámica en Twitter y empezaríamos a responder preguntas, así que desbloqueé mi celular y en cuanto me metí a la aplicación estaba una maldita foto de Osvaldo con "Stephanito" Esta vez caminando juntos, con bolsas en las manos y una sonrisa enorme.

—Deja voy por agua que tengo sed-me excuse para salir de la habitación por su parte Samy solo asintió.

Al salir a la sala obviamente no había nadie así que empecé a leer los comentarios de aquel tuit.

—"El ship es más real que mi existencia"
—"Ya casen a estos dos, por favor."
—"Cuando confirmen nos hacemos los sorprendidos va?"

Sentí como un nudo en el estómago me apretaba, no quise seguir leyendo y dejé el celular a un lado para servirme un vaso de agua, tranquilizarme y antes de caminar hacia el stream de nuevo, intentar poner mi mejor cara.

—¿Todo bien? —preguntó Samy en voz baja, mirando de reojo mientras hablaba con el chat.

—Sí, sí-hable "normal".

Intenté continuar, pero estaba demasiado distraída como para seguirle las bromas a Sam. Cuando terminamos el stream, me levanté rápido para guardar algunas cosas, pero Samy no me dejó salir de su casa tan fácil.

—wey qué pasó? Porque desde que viste tu celular, te pusiste rara.

Negué con la cabeza, pero ella me quitó el teléfono y lo desbloqueó con una mirada cómplice.

—No!-intente quitarle el celular de las manos pero fue en vano.

—Qué estabas viendo?-empezó a buscar en mi celular.

Cuando encontró la foto, suspiró y me devolvió el celular.

—Otra vez con esto ___?

—Es que... ¿qué hago? el está raro, no me busca, no nos vemos y ahora esto...

—Mira, te voy a decir algo, yo sé que es difícil, pero no puedes dejar que cosas así te afecten tanto, ese güey te quiere pero tiene la cabeza metida en su trabajo y tú también deberías enfocarte en lo tuyo.

—Y si estoy exagerando?

—No estás exagerando, pero tampoco tienes que cargar con todo sola, habla con él cuando puedas y mientras tanto, deja de ver esas pendejadas en redes. Te haces daño por qué quieres.

Quise discutir, pero sabía que tenía razón.

—Tienes razón, tengo que hablar bien con, le voy a decir si mañana quiere ir a comer algo para hablar de lo nuestro-dije y Samy me sonrió-Entonces que hacemos?

—Pues ir por Simba, porque  ya lleva rato allá, y de seguro ya está más limpia que tu conciencia y después ¿vamos por un elote?

Asentí con una pequeña sonrisa.

Al menos tenía a Samy para recordarme que, incluso en los peores días, no estaba sola y que ella siempre estaría conmigo pase lo que pase.

(...)
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HELLO! Qué onda plebes? Aquí andamos con un nuevo capítulo y miren que lo subí medio temprano por qué empecé a escribir desde temprano 💘