Era una tibia noche de verano. En un bosque que quedaba a las afueras de Doncaster, se escuchaba el canto de lo grillos y el susurro de la brisa que mecía las hojas de los árboles. Louis y Harry descansaban tranquilamente en el prado, mirando el hermoso cielo estrellado.
-El hombre de la luna parece muy feliz esta noche -dijo Harry.
-No hay ningún hombre en la luna -dijo Louis en un tono algo disgustado.
-Y entonces, ¿quién me está sonriendo? -preguntó Harry.
Louis se limitó a dar un suspiro y a sacudir la cabeza.
-¡Ojalá brillara un estrella de los deseos! -dijo Harry, en el momento en que pasaba un conejito saltando a su lado.
-A ver Hazz, ¿qué deseo pedirirías? -preguntó Louis.
Antes de que Harry tuviera tiempo de responder, una misteriosa luz verde empezó a brillar en el firmamento.
-¡Mira Hazz! ¡Una estrella de los deseos! -exclamó Louis-. ¡Pide tu deseo, ricitos!
Harry, encantado, comenzó a cantar:
Estrella que en la noche brillas
Astro que concedes maravillas,
luz que inspira sueños,
quisiera pedirte... ¡Oh, cielos!Harry dejó de cantar, al ver que la estrella se alejaba. Había visto estrellas fugaces que cruzaban el cielo en un abrir y cerrar de ojos, pero esta estrella parecía bailar por toda la pradera.
-¿Por qué se aleja la estrella? -preguntó Harry decepcionado, pues no había alcanzado a pedir su deseo.
-No lo sé -respondió Louis-. Lo que sí sé es que nunca había visto una estrella de los deseos como ésta.
-A lo mejor se siente sola y quiere que la sigamos -opinó Harry.
Como Harry era más pequeño que Louis, sentía temor de ir tras una estrella de los deseos. Sin embargo, estaba junto a Louis y esto lo hacía sentirse valiente.
-¡Vamos, Hazza! Esa estrella bailarina se nos va -exclamó Louis, saltando muy emocionado.
Sin saber muy bien lo que ocurría en realidad ni cómo iban a detener la estrella, Harry y Louis comenzaron a correr por la pradera, siguiendo la brillante luz.
Louis y Harry no tardaron en descubrir que aquella estrella de los deseos era muy traviesa. Cada vez que estaban a punto de alcanzarla, huía de nuevo.-¡Atrápala, Lou! -exclamó Harry, viendo que la estrella planeaba sobre ellos.
-Me gustaría saltar más alto para lograr alcanzarla, pero no puedo -comentó Louis-. Parece que ya no soy tan bueno para saltar, Hazz.
Justo en ese instante, Louis saltó sobre un mullido lecho de musgo que crecía en el prado. ¡Boing! Louis saltó tan alto que casi alcanza la estrella de los deseos.
-¡Yu, ju, ju! Mi deseo se hizo realidad -gritó Louis al caer de nuevo en el musgo-. Lo que mejor hacemos sé hacer es saltar, y este salto fue ¡espectacular!
-Sí, pero la estrella volvió a escapar -dijo Harry.
Louis no estaba acostumbrado a perseguir cosas por la pradera, ¡y mucho menos si se trataba de objetos voladores!
-¡Ya me estoy cansando con esta estrella! -dijo Louis, redollando y resoplando, tratando de alcanzar a la estrella de los deseos.
Si Louis tenía dificultad para ir rápido, la situación de Harry no era mejor. Como era un más pequeño, no podía correr a la misma velocidad de Louis.
-¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! -exclamó Harry, subiendo por una colina, tan rápido como podía-. ¡Tengo que alcanzar a Louis!
Harry llegó a la cima de la colina...
Estaba muy agotado y pensaba que ya no tendría aliento para seguir, cuando, de repente, ¡zas! Tropezó y rodó cuesta abajo.
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La Misteriosa Estrella de los Deseos ~O.S. Larry~
FanfictionEste corto es una adaptación de un cuento infantil.