Capítulo 45.

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El silencio en la pastelería era interrumpido únicamente por el débil tic-tac del reloj de pared. Jimin y Taehyung seguían atados a las sillas, mirándose con frustración.

—Esto ya no es divertido, Jimin —gruñó Taehyung, intentando mover las muñecas para liberar las cuerdas—. Mi trasero está entumido y no siento los dedos.

—Yo estoy igual —respondió Jimin inclinándose torpemente para intentar alcanzar la mesa cercana con los pies—. ¿Por qué nos dejó así?

Antes de que Taehyung pudiera responder, el teléfono de Jimin, que había caído al suelo cuando Lucius lo atacó, comenzó a sonar.

—¡Es Jungkook! —exclamó Jimin al ver el nombre en la pantalla—. ¡Y no puedo contestar! —se lamentó.

—¡Y el mío también está sonando! —dijo Taehyung, girando la cabeza hacia la barra donde había dejado su teléfono. La pantalla iluminada mostraba el nombre de Seokjin.

—Genial, ahora estarán preocupados y preguntándose dónde estamos —bufó Jimin—. ¡Esto no puede ser peor!

El teléfono dejó de sonar por unos segundos, solo para volver a vibrar insistentemente. Jungkook seguía llamando.

—¿Qué hacemos? —preguntó Taehyung, con un tono que empezaba a bordear la histeria.

—No sé, ¡libérate! —respondió Jimin, desesperado, moviendo sus manos en un intento inútil por soltar las cuerdas—. ¡Haz algo!

—¡Estoy atado igual que tú, genio! —Taehyung frunció el ceño y pateó el suelo, haciendo que su silla se tambaleara.

Ninguno pudo liberarse pese a sus intentos.

—Maldita sea —murmuró Jimin.

Después de unos segundos de silencio, Taehyung alzó la vista y decidió abordar un tema completamente diferente, como solía hacer cuando quería distraerse.

—Oye, Jim... ¿puedo hacerte una pregunta personal?

—¿Qué?

—¿Tú y Jungkook ya lo hicieron?

—¡Taehyung! ¿Qué clase de pregunta es esa? —respondió con los ojos muy abiertos y el rostro ardiendo de vergüenza.

—Oh, vamos, Jim. No me digas que todavía no han dado el siguiente paso. Tienen tiempo casados y... bueno, Jungkook es guapísimo. Yo ya estaría a sus pies, literalmente —bromeó con una sonrisa burlona.

Jimin desvió la mirada, apretando los labios mientras el rubor subía aún más por su rostro.

—No... no hemos llegado a eso.

Taehyung abrió los ojos en grande, genuinamente sorprendido.

—¡¿Qué? ¿En serio?!

—¡Taehyung! —Jimin lo fulminó con la mirada, aunque su tono carecía de verdadera seriedad.

—No, no, espera. Esto es importante. ¿Cómo es posible que no lo hayan hecho? —preguntó, claramente intrigado—. ¿Qué estás esperando?

Jimin suspiró, tratando de no dejarse llevar por la vergüenza.

—No lo sé... no es algo que haya pensado.

Taehyung lo miró como si acabara de decir que no creía en el sol.

—¿Cómo que no lo has pensado? Jimin, es Jungkook. ¿Nunca te has quedado mirando esos cabellos o su sonrisa... o ese cuerpo que seguramente tiene muy marcado?

Jimin, al borde de la desesperación, negó con la cabeza, aunque el rubor en sus mejillas decía lo contrario.

—No, jamás había pensado en eso.

creatura del luna  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora