-Vamos cariño, baja del coche y ¡haz muchos amigos!
-Mama... -Dije cansada.
-Vale vale, entiendo, ¡pasatelo bien!
-Mama, voy a clase, ¡no me lo voy a pasar bien! -Cerré la puerta del coche y me dirigí a la gran puerta del instituto- Nuevo instituto, nueva ciudad, nueva vida...
Nada mas entrar me encontré con un montón de alumnos observándome... Puede que fuera por los colores de mi pelo (como en la imagen de arriba) o porque era la nueva... Pero estaban atentos a mis movimientos, ya que si hacia algo mal me pondrían un mote de por vida...
-Tranquila ______... -me dije a mi misma- No tienes que sentirte intimidada... Son solo críos, como tú...
Había una mirada que me intimidaba mas que las demás. Era la de un chico pelirrojo, que andaba rodeado de chicas, a las cuales no hacia el mínimo de caso.
Iba tan enfrascada en hablar conmigo misma que me choqué con una señora mayor.
-¡Ten mas cuidado jovencita! -Dijo molesta la señora, que no tenia pinta de ser estudiante.
-Lo siento... -Dirigí mi mirada al suelo, mientras los de mi alrededor soltaban pequeñas risas.
-No te preocupes, un momento, tú eres... -Se le veía intentando recordar un nombre.- ¿______?
-Si, soy yo... La nueva. -Dije alzando mis brazos y sonriendo.
-Pues encantada, ______, yo soy la directora del centro. Necesitaría que me acompañaras a mi despacho para completar algo de papeleo de tu translado. -Se giró y me señaló con la mano una puerta.- Ah, y no te preocupes por llegar tarde, te daré un justificante.
-Vale, entendido.
Pasé dentro del despacho, teñido de rojo terciopelo. Me señaló una butaca aterciopelada azul y me senté.
-Bueno, ______, dime. ¿Qué te ha gustado mas de nuestro centro? Has tenido que recibir un montón de solicitudes mas, ¿por qué has elegido la nuestra? -Dijo con una voz aguda mientras tecleaba en el ordenador.
-No se... Supongo que su buena reputación, ya que el "Sweet Amoris" destaca por la buenas calificaciones de sus estudiantes... Y ya que yo no soy muy buena estudiante que se diga, me gustaría mejorar aquí...
-Oh, interesante... Mira, ¡aquí tengo lo de tu translado! -Se notaba que no me había escuchado- Tienes que hablar con el delegado principal, Nathaniel, y decirle que te dé el formulario 213B.
-Em... Vale, donde puedo encontrarle?
-Uy, ¡¿y a mi que me preguntas?! ¡Buscalo durante el recreo! ¡Venga, a clase! -Me echó, haciendo un ademán con la mano y yo obedecí.
-Que señora tan antipática... -Saqué mi horario y miré la clase que me tocaba.- Ahhg, filosofía... Como la odio... Bueno, vamos a buscar la clase...
Empecé a dar vueltas por el instituto sin encontrar la clase, hasta que acabé en el patio.
-¡¿Como he acabado aquí?! -grité frustrada.
-Sht, baja la voz, ¿quieres? -Me giré buscando con la mirada el origen de esa voz... Era el pelirrojo de antes sentado en un banco con un cigarrillo en la boca.
-Oye, ¿no sabrás como ir a la clase 114?
-¿Tengo cara de ser un mapa? -Dio otra calada a su cigarro.
-Gracias, señor amable. -Dije irónicamente.
-De nada, chica azul.
-¿Chica azul? -Pregunté poniendo mis brazos en mi cintura.
-Si, por tu pelo, GENIO.
-¡Ahhg! -me alejé enfadada de ahí.- Bueno, quedan 10 minutos para la próxima clase, me quedaré aquí hasta entonces. -Dije en voz muy baja.
Fui a un roble cercano y me senté bajo sus hojas.
-¿Al menos me dirás tu nombre? -Chillé para que me oyera el chico pelirrojo.
-Castiel. Y no me preguntes nada mas a no ser que tengas dinero.
-Okaay, yo soy ______.
-¿Alguien te ha preguntado?
-No, pero se que te Morías de ganas de saberlo.
-JÁ, eres un poquito creída, ¿no?
-Puede, pero lo querías saber y punto. -Dije, a lo cual hubieron varios minutos de silencio.
-Te seguiré llamando chica azul igualmente.
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Un desastre pelirrojo {Castiel y tú}
Fanfiction¿Que pasaría si... ... fueras nueva en el instituto; ... no conocieras a nadie; ... y el único chico que te llama la atención fuera un borde? Tengo la respuesta... Solo tienes que leerme.