𝐿𝐼 // 𝑃𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑒𝑛𝑐𝑢𝑒𝑛𝑡𝑟𝑜

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Angel iba a estar solo ese día. Emily tenía que ir con Sera a resolver algunos problemas, Molly tenía que ir a hacer su trabajo de niñera, y su madre tenía que ayudar a hacer una especie de banquete para las almas superiores del cielo.

Miraba a la ventana, viendo los finos copos de nieve descender, todavía pensando en su lindo gatito. Dió un suspiro, y admiró el precioso anillo de bodas que aún reposaba sobre su dedo.

—¿Debería salir? Aún está nevando...

Se dijo a si mismo en voz baja, pensando si salir o no. Finalmente, dió un pequeño suspiro y una suave curvatura apareció en la comisura de sus labios.

Cerró las cortinas de la ventana que estaba a lado de su cama, levantándose para ponerse otro tipo de ropa. Se puso una blusa larga de un lindo color blanco, con un abrigo color café encima, unos shorts no tan largos pero tampoco tan cortos de color negro y unos calentadores qué le llegaban un poco arriba de la rodilla.

Se miró en el espejo, sonriendo suavemente al verse. Sabía que era alguien realmente hermoso y atractivo, y esa era su perdición cuando estaba en el infierno.

Se sentó frente a su tocador, poniéndose algo de maquillaje para que no se notarán mucho las ojeras debajo de sus ojos. Se delineó, se puso una ligera y suave capa de rubor y un gloss colo rosa qué dejaba ver bien sus lindos labios de fresa. Le gustaba como se veía, y sonrió frente al espejo, contento de que el diente dorado que unía su alma con la de Valentino, ya no estaba.

Tomó su bolso, sus llaves y un par de audífonos, queriendo ir a la biblioteca qué había en el cielo. Salió del departamento, caminando unas cuantas cuadras antes de llegar a la biblioteca más cercana. Inhaló algo de aire que poco después dejo salir en un suave suspiro. Era lindo ese lugar, olía a café y a libros nuevos.

Fue caminando por toda la biblioteca, tratando de encontrar algo de su gusto. Al final, tomó como cuatro libros, empezando a caminar hacia una de las mesas para poder leerlos.

No iba tan concentrado en su camino, no hasta que chocó con un tipo y los libros cayeron al suelo junto con él y el sujeto con el que había chocado.

—Agh, disculpa.

Dijo el tipo, disculpándose mientras recogía los libros que Angel tenía hace unos segundos, e igualmente los suyos.

—No, no te preocupes. Está bien. —Dijo Angel, con una pequeña sonrisa dulce.

—No, no está bien. Nunca estoy concentrado en nada. —Dijo el tipo, levantándose de suelo junto con los libros, extendiendo su mano a Angel para ayudarlo a levantarse.

Angel miró un momento la mano del tipo, pero no se negó a la ayuda. Tomó su mano y se levantó del suelo, sacudiendo un poco su ropa.

—Tranquilo, yo también iba distraído.

Dijo, con una sonrisa amable entre sus lindos labios. Angel tenía una hermosa voz, lo que hizo estremecer un poco al chico.

—Heh, eso creo. Soy William por cierto.

Dijo, devolviéndole los libros a Angel. Sus manos se rozaron por un segundo, y William se dió cuenta de lo suaves que eran las manos de Angel. Si tan solo supiera las cosas que hizo con ellas.

—Ang-... Anthony. Un placer William.

Dijo, haciendo una ligera reverencia antes de dar una última sonrisa e irse.

William se quedó de pie un segundo, observando por donde se había ido Angel. Era el chico más hermoso que había visto en toda su vida. Sus mejillas se ruborizaron un poco, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho. Sacudió su cabeza, y sonrió suavemente mientras desvíaba la mirada y se llevaba su libro, dispuesto a leerlo.

Angel estaba sentado en una de las mesas, con sus audífonos puestos mientras leía un libro que había encontrado entre los estantes de la biblioteca. Pasaba hojas, con sus ojos moviéndose conforme leía las letras entre esas páginas.

Dió un pequeño sorbo a su café, pasando su lengua por su labio superior gracias a la crema batida qué había quedado ahí. Seguía concentrado en la lectura, con su imaginación recreando las escenas que aparecían en esos párrafos qué narraban los acontecimientos del libro que leía con avidez.

Estaba escuchando música a todo volúmen en sus audífonos, por lo que no escuchaba prácticamente nada a su alrededor. Movía suavemente la cabeza con el ritmo de la música, con una suave curvatura en la comisura de sus labios mientras leía.

Alcanzó a ver por el rabillo del ojo como alguien se sentaba a su lado, pero no le prestó mucha atención, ya que seguía ocupado leyendo. Todo estaba en silencio, con sólo un sonido bajo que emanaba de los audífonos de Angel al tener la música tan alta.

Iba a tomar algo de café, pero accidentalmente lo derramó sobre la mesa.

—Ah, Dios...

Dijo Angel en voz baja, quitándose los audífonos para poder limpiar su desastre. El chico a lado suyo le pasó unas servilletas, ayudándole a limpiar.

—Yo te ayudo. —Dijo el chico amablemente, pasando las servilletas por la mancha de café sobre la mesa.

—Muchas gra-... Oh, eres tú.

Dijo, sonriéndole a William qué en este momento estaba ayudándolo. William sonrió, tirando un par de servilletas empapadas de café a la basura.

—Heh, Hola de nuevo, Anthony.

Contestó, guiñándole un ojo mientras sonreía. Angel rió un poco ante la acción y dejó de lado los libros un momento para que no se empaparan de café.

Al paso de un rato, Angel no tenía ni idea de cómo había llegado a este punto, pero se la pasó toda la tarde hablando con William. Las horas pasaban, y el sol empezaba a asentarse, dejando un tenue rastro de luz y bañando las limpias calles del cielo en un lindo color naranja.

La biblioteca estaba silenciosa. Prácticamente vacía. Lo único que se escuchaba en esas cuatro paredes eran risas suaves, con voces apenas audibles acompañándolas al hablar.

Angel se había hecho una meta a si mismo, y esa meta era: Hacer una nueva vida en el cielo, llena de amigos y gente que lo apreciaba.

A pesar de que Husk era todo lo que necesitaba...

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Capitulo corto, srry.

BYE MIS ROXTARS 😻❤️

❣•𝑻𝒉𝒐𝒈𝒉𝒆𝒕𝒆𝒓 𝑭𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓•❣ 🂱𝓗𝓾𝓼𝓴𝓮𝓻𝓓𝓾𝓼𝓽🂱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora