Cap.10

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Al día siguiente, me levanté con más pereza de la que se podría sentir un domingo a las nueve de la mañana. Anoche tuve que hacer un gran esfuerzo por conciliar el sueño, mi mente andaba rondando por la habitación de Harry, recordando todo lo que había pasado. Sus ojos no dejaban de aparecer en mi mente toda la noche y parte de la madrugada, tampoco es que hiciera mucho esfuerzo por sacarlos de ahí, pero eso me costó unas horribles ojeras y ojos hinchados.

Me metí a la ducha, decidí bañarme con agua fría para despertar definitivamente mis sentidos y poner mis ojos de tamaño normal.

Al salir del baño ya vestida y peinada, camino rumbo a la cocina. Al llegar y pasar la sala, doy un gran bostezo, el cual cubro con mi mano, pero me paro en seco al observar de reojo a lo que parece ser Harry sentado de espaldas a mi en una silla y Caroline parada detrás de él con tijeras y un peine en mano. Giro sobre mis pies y los observo con la peor cara confusa y mañanera que pueda haber en un ser humano - ¿Que hace Caroline con una tijera en sus manos y con Harry en frente suyo?- me pregunto internamente.

Abro la boca para preguntar qué carajos hacen, pero Caroline se adelanta y me corta de tajo.

- Antes de que digas o hagas cualquier cosa, mira mi obra maestra. - termina de decir sonriente. Hace que Harry se levante de la silla y voltee en mi dirección.

Casi se me salen los ojos al verlo, me he quedado completamente helada y enmudecida.

Caroline ha cortado su larga melena y reemplazado por un corte de pelo que resalta su hermoso rostro. Su cabello está peinado hacia atrás dejando ver unos pequeños rizos en la parte de la nuca.Lo hace ver más guapo que de costumbre. No es que lo esté observando todo el tiempo, bueno... tal vez algunas veces. Se ve como un hombre normal, sin problemas, relajado y hasta algo coqueto.

- ¿Que te parece? - me pregunta Caroline interrumpiendo mi ensimismamiento y descarado recorrido.

Las palabras luchan por salir de mi boca, pero lo único que consigo es mover los labios sin que se escuchasen las palabras salir de ella. Parpadeo un par de veces, y entonces, me siento preparada para hablar.

- Caroline... ¡Te ha quedado genial! - digo enfatizándolo eufóricamente con mis manos. - ¡¿Cómo rayos lo hiciste?!

-  Cuando tenía diecinueve años y quería ganar mi propio dinero, necesitaba encontrar empleo y lo primero que conseguí fue en una barbería cerca de casa. Me ascendieron cuando supieron que tenía talento y así fue como aprendí a hacer esta y muchas más clases de peinados para hombres. - dice recordando alegremente su antiguo trabajo.

- Nunca me contaste eso.- le digo haciéndome la indignada.

- Lo siento, lo olvidé.- hace un notablemente falso puchero. Le doy una fulminante mirada y la abrazo.

Harry arrebata el espejo de las manos de Caroline para ver el resultado de la angustiosa espera. Caroline no había dejado que se viera en el antes de terminar su obra maestra.

Tal como lo esperaba, Harry abre sus ojos de par en par y se mira la cabeza desde ángulos diferentes aún sin poder creer lo que sus ojos ven.

- Caroline, tienes manos mágicas. - le dice sorprendido tocándose ligeramente el cabello. - De verdad, gracias.

- No hay de qué, a mi padre le gusta una buena presentación. -  le contesta restando importancia a sus agradecimientos.

- Bueno ya, voy a comer algo y salimos hacia el centro comercial.- digo un poco malhumorada cortando su charla. Retomo mi caminata hacia la cocina pisando el suelo con fuerza.

"Colors" h y ____Donde viven las historias. Descúbrelo ahora