Max

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Quieren saber como término por completo mi vida?
De porque estoy estoy en la cárcel?
Cómo arruine mi vida y lo de mis amigos para siempre?
Pues si no quieren, igual lo contare
Asi que aquí empieza todo...

Estaba esperando a que Zack encendiera el auto para irnos de aquí. Estaba mirando esa casa en la que había nacido y pensaba en lo poco que la iba a extrañar.

Oí abrir la puerta y sentí cuando encendió el motor. Mire a Zack y el me hizo una media sonrisa a la cual correspondí de mismo modo. Me di vuelta para admirar el camino, y observe hasta que nos alejamos de casa. 

Me pregunto como sera Noolend, según lo que me a dicho mi hermano es un pueblo con 10.000 habitantes. La casa que compramos esta por la punta, suerte que saque mi licencia hace unos meces, no quiero depender de Zack cada vez que salgo a un lado. La escuela a la que nos a anotado mi hermano se llama Studimi Hell, y es una de las pocas que hay en Noolend y la única que a ambos nos a agradado. Por lo cual mi hermano me a dado el mismo sermón que siempre "No metas la pata" aunque sabe bien que lo are. Este año me he decidido a ser mejor...o por lo menos prestare mas atencion a todo lo que sucede.

-¿Nerviosa?- Dijo Zack mirándome

-Lo estaré si no miras la carretera- rió- Asustada

-Tranquila, es solo una escuela mas, solo recuerda...

-No metas la pata- asentí

-Esta vez lo digo enrecio Nat, sino te mandare a un internado en Inglaterra- un escalofrió paso por tomo mi cuerpo y volví a asentir 

Puede ser que Zack no sea el tipo intimidante. Pero el no bromea

Estaba exhausta, todo el día de ayer estuve ordenando mis cosas y solo alcance a dormir 4 horas. Me recosté en el asiento y caí rendida...

 Senti que me tocaban el hombro y desperté, mire a Zack quien estaba en frente de mi con una sonrisa.

-Despierta Nat, ya hemos llegado

Abri despacio mis ojos para que se acostumbren a la luz y le sonreí a Zack, solté un suspiro y baje del auto.

Admire mi nuevo hogar. Era una casa considerada mente grande. Sus paredes eran de ladrillo finamente pintado con un color amarillento. Tenia algunas ventanas y una puerta blanca.

Entre y observe detalladamente el lugar. Los de la mudanza había acomodado ya todos los mueble. Lo primero que observe fue el antiguo sillón que nuestros abuelos nos habían dado. La televicion estaba a unos cuantos metros y entre medio se encontraba una pequeña mesa, mire a mi izquierda. La cocina era una barra de madera con asientos altos. Fui corriendo y me senté en uno. Había una cocina, la heladera, el microondas, la cafetera y una lacena llena de utensilios de cocina.

-Arriba en frente de la escalera esta tu cuarto y a tu izquierda el mio. Cada habitación tiene baño privado- agradecí en lo bajo- y a la derecha esta el cuarto de invitados. 

-Y, ¿El baño de aquí abajo?

Se quedo pensando

-Ya sabia que algo le faltaba...- reí.

-Iré a acomodar mis cosas- Zack asintió y se tiro en el sillón, no lo culpo, si yo hubiera manejado 8 horas seguidas sin descanso también estaría cansada.

Subí las escaleras hasta ver la puerta de mi nuevo cuarto. Al entrar lo primero que observe era mi cama, inmediatamente como si fuera un instinto me arroje arriba de ella. Mire a los lados. A mi derecha estaba mi mesita de luz. Me pare y camine hasta observarme en el espejo que se encontraba a mi izquierda, estaba del asco. Mi rubio pelo estaba todo despeinado y tenia unas leves ojeras debajo de mis verdosos ojos, no negare que estaba conforme con migo misma.

VIVE MI VIDA...si puedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora