King for a day [kellic]

2.

-Kellin...¿crees que alguien viva aquí? - por el tono de voz que usaba el pequeño, a leguas se podría saber que estaba asustado.

-No lo se Jack... - El joven al ver el estado en el que se encontraba el granero dudaba que alguien pudiera vivir ahí.

-Pues valla que vive alguien aquí- una voz masculina lo interrumpió detrás de ellos. - si vienen a robar créame que no encontraran mucho.

-No señor nosotros...- Kellin al darse media vuelta se quedo sin aliento, un joven algo {bastante} mas bajo que el, con el pelo lacio y castaño, algo ya largo, y unos ojos cafés llegando a avellana, era...simplemente perfecto.

- No-nosotros buscábamos a nuestro perro... ¿verdad Jack? ¿Jack? - Al darse la vuelta su pequeño hermanito ya no estaba - ¡Dios! - se jalo los pelos de la cabeza y puso los ojos en blanco - Cuanto lo siento, y que modales los míos, soy Kellin, Kellin Quinn -

Instantáneamente Vic guardo la pequeña daga que ocultaba detrás suyo , y se inclino y puso la cabeza gacha.

- Su majestad, cu-cuanto lo lamento, no sabia que usted, es decir... que haría en lugares como este. - se levanto lentamente con un poco de rubor en su cara- si quiere le guiare por los prados para buscar al pequeño príncipe.- se notaba demasiado el sonrojo que traía, ¡estaba tan cerca de su amor platónico! podría besarle si quisiera, pero no era el momento, aún no.

Se encaminaron por los prados de las ovejas, y después de un rato visualizaron al pequeño Jack junto con Silky jugando y pastoreando al rebaño, cosa que tranquilizo a Kellin, en cambio Vic, no paraba jugar con su chaleco, estaba mas nervioso que de costumbre, Kellin en el camino no dejaba de hablar y de acercarse "peligrosamente" a el, que el tenia suerte de ser libre, que le encantaban su prados, que nunca había visto un lugar como ese y varias cosas a las cuales no puso mucha atencion, estaba demasiado ocupado apreciandolo; cuando por fin llegaron con Jack, Kellin lo cargo en sus hombros y amarro a Silky con una soga, como si fuese una correa.

-Bueno Vic, fue un gusto - le estrecho la mano, y Vic dudoso la tomo.

Los dos se soltaron rápidamente y se miraron a los ojos, habían sentido eso, ninguno supo exactamente que fue, pero supieron que no era normal, algo los había tocado en el alma, algo se había movido de su sitio, y eso no era fácil de pensar.

-Kellin ¿Podemos volver algún otro día? ¡Me divertí mucho con Silky! Anda yo convenceré a mamá - 

Vaya que el pequeño Jack quería regresar, y no era mala idea, pues a Kellin le interesaba saber mas de Vic y esa era la excusa perfecta.

***

Pasaron varias semanas, casi 2 meses, ni el príncipe ni el plebeyo habían podido reencontrarse y tampoco habían podido conciliar el sueño, fue solo unos segundos en los cuales sus manos se tocaron, unos segundos los cuales los dos repetían en su cabeza, en sus sueños, en el día, y también por las noches, unos pequeños segundos en los que hubo una conexión, la cual sintieron en el alma y solo seria el comienzo del escándalo que se desataría en todo el reino, aunque a ellos o les importaría en lo absoluto.

Una tarde, Vic salio al pueblo a hacer unas compras, y al pasar por las grandes puertas del palacio, se dio cuenta que habían colgado varios letreros, de cuando sería  el día de la coronación y los reinos que asistirían, pero entre esos carteles había uno que decía que requerían empleados.

No se lo pensó no dos segundos, arranco el cartel y corrió hacia su hogar, hablo con su madre de que era una buena idea para conseguir un poco mas de dinero, ya que el rebaño y los cultivos no estaban en su mejor época, ¡seria como matar a tres pájaros de un tiro! 

El conseguiría trabajo y mas dinero para ayudar a su madre.

Ellos tenían los mejores rebaños y cultivos del reino, lo que significa que les comprarían todo para el banquete real.

Y el ultimo y el cual Vic estaba mas feliz, podria estar cerca de la familia real y obviamente cerca de Kellin.