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La madrugada era fría y silenciosa. Shadow avanzaba con paso firme, su pistola en una mano y una linterna en la otra, iluminando el camino con un haz de luz que cortaba la oscuridad. A su lado, Sonic mantenía su arma asegurada en el cinturón, mientras exploraba el entorno con su propia linterna.
Al salir a las afueras del refugio, frenaron en seco. La zona que solía vibrar con vida durante el día ahora se sentía desolada. Los grillos llenaban el aire con su canto, creando una atmósfera inquietante.
— Esto es aterrador. —Sonic arrugó la nariz, sintiendo la tensión en el ambiente.
— ¿Aterrador?—Shadow le lanzó una mirada incrédula— ¿más que los zombies?
— Cierto.—el azulado chasqueó los dedos, dejando escapar una risa nerviosa— Aún así, nunca había visto el lugar a estas horas.
— Tampoco yo.
Sonic bostezó, apagando su linterna y guardándola en su cinturón. Se estiró, sintiendo el cansancio en sus músculos. Shadow lo observaba de reojo, con un aire de agotamiento.
— Esto está siendo más fácil de lo que pensé.
— Hay que aprovechar que estamos tomando turnos de vigilancia.. para buscar pistas sobre las desapariciones. —el azabache apagó su linterna y la guardó también.
— ¿Ahora? —el contrario arqueó una ceja, sorprendido. Shadow asintió con determinación.— Sí, tienes razón. No hay tiempo que perder.—Una sonrisa decidida se dibujó en su rostro.
—Empecemos por allá. —el azabache señaló hacia el bosque.
Sonic, sintió un escalofrío al observar lo solitario y abrumador que se veía el lugar de noche. No fue algo que le sorprendió, pero había olvidado esa sensación de miedo y peligro
— Estoy seguro de que el culpable no querrá que lo atrapen atacando en el interior del refugio.—Shadow continuó.
— Tienes toda la razón, querido amigo. —Sonic comenzó a caminar— Tal vez.. haya algo más que esté detrás de esto.
— Bien, no perdamos el tiempo.
Después de cruzar el río con cuidado, alumbraron con sus linternas el interior del bosque. La noche era fría y la oscuridad reinaba entre las plantas a su alrededor. Los sonidos de los grillos llenaban el aire, mientras el crujir de las ramas en el suelo acompañaba cada paso.
Sonic iba al frente, examinando la zona con atención, mientras que Shadow iluminaba el suelo y de vez en cuando miraba hacia atrás, manteniéndose precavido.
— No se ve nada.. —murmuró el cobalto, con la vista al frente. Miró por encima de su hombro, dirigiendo su mirada a su amigo— ¿No podríamos hacer esto por la mañana?
— El que haya sido el responsable de esas desapariciones... sale a cazar en las noches. Ya lo hemos comprobado. —susurró Shadow, su voz seria y calculadora. Sonic asintió, decidido a seguir adelante.
