"Ritsuka hace nuevos amigos del bosque"

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"Cuando lo conocí, recuerdo muy bien, no sentí miedo, sino curiosidad, ya qué, no soy del todo humano que digamos, de hecho, puedo convertirme en pantera negra o en gato (dependiendo de la situación en la que me encuentre), esa es una de las ventajas de ser híbrido.
Ese día, había salido a dar un paseo por el bosque, que quedaba justo tras mi casa. Llevaba una maleta con un "sleeping", un cambio de ropa, una botella de agua, unos cuantos refrigerios, una linterna, velas y encendedor, unos cuantos cigarrillos, mi reproductor MP3 con auriculares naranjas, mi catana (para defenderme), y un pequeño botiquín de primeros auxilios.

Cuando llegué a un pequeño claro del bosque, en donde se podía apreciar un hermoso paisaje de una cierva y su pequeño cervatillo (creo que era macho), a pleno atardecer, degustando de la flora que en ese claro había, me oculté con sigilo detrás de un bello matorral de plantas, para así no asustar a la pequeña familia que allí se encontraba tranquila y pacíficamente. Habían pasado 2 horas desde que había llegado a ese claro, y todo seguía en paz, así que, decidí tomar una foto a la familia de ciervos y, cuando estoy a punto de tomar la fotografía, el pequeño ciervo está caminando a mi dirección; yo, sin intención de asustarlo, me quedo como piedra al momento en el que me mira fijamente y sin dejar de avanzar; quizá fue porque siempre mantengo la calma en cualquier momento, o porque soy muy relajado y tranquilo todo el tiempo, el pequeño se acerca a mi, y olfatea. Da un paso hacia tras y de nuevo me ve fijamente, como si intentara decirme algo con la mirada; se vuelve a acercar y lame lentamente mi mejilla izquierda, como si quisiera guardar mi aroma por siempre; vuelve a dar un paso hacia tras, y con su pata frontal derecha imita a un perro que da la pata a su amo, sinceramente, ese acto me enterneció, de tal manera, que no dudé en tomar su pata, y, sin esperarlo, el pequeño, me volvió a lamer, pero no fue solo en la mejilla izquierda, sino que también, en todo el rostro; yo solo daba pequeñas risillas para no asustar al pequeño cervatillo ni a su madre, pero, el susto me lo llevé al escuchar al cervatillo hablando.

-Eres muy lindo, pequeño humano.- Dijo a Ritsuka, el cuál, solo abrió grandemente los ojos.

-Muchas gracias, pequeño ciervo.- Respondió aún sin poderlo creer.

-Hueles a felino, cachorro de humano.- Dijo la madre del pequeño, caminando hacia Ritsuka.

Se recostó al frente del niño y al lado de su hijo, para luego lamer la mano del pequeño.

-Bueno...-Dijo Ritsuka por lo bajo. Tomó aire y soltó con calma.-Soy un ser "híbrido",- dijo Ritsuka rascando su orejita derecha, lo que asombró a la mamá cierva y al pequeño cervatillo.-si saben lo que quiere decir, ¿no?

-Sí.- Responde la cierva con voz comprensiva y cálida.-Y, ¿en qué animal te puedes convertir?- Preguntó del mismo tono.

-Eso depende de la circunstancia en la que me encuentre.- Respondió Ritsuka un poco nervioso.

-Explícate, por favor.- Dijo la cierva con voz cálida pero seria.

-Me convierto en gato cuando salgo a la ciudad o cuando quiero que alguien me alimente, y me convierto en pantera negra cuando me siento amenazado o en peligro, pero nunca para cazar, eso se los juro.- Habló Ritsuka con mucha seguridad, dándole mucha confianza a la familia de ciervos.

-Esta bien, te creeremos.- Habló la cierva con tranquilidad.

-¿Cuál es tu nombre?- Preguntó el cervatillo muy emocionado por haber conocido a alguien "diferente".

-Ritsuka Nozaki, es un placer conocerlos.- Respondió Ritsuka con una sonrisa, y acarició la cabeza de la mamá cierva y el lomo del cervatillo, el cuál, se había recostado en su regazo.

-Es un placer, Ritsuka, mi nombre es Temari Nara, y el pequeño es Shikadai Nara, mi hijo.- Se presentó la cierva, lamiendo la mejilla izquierda del niño.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2015 ⏰

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