Teen Wolf: T3 [Derek Hale]

Capítulo 14: B

Stiles con pasos veloces, caminó mientras alumbraba con su linterna. Scott y Alan lo seguían de cerca, alertas ante cualquier ruido o cosa que vieran.

Al llegar al lugar que Stiles mencionó, se encontraron con una cueva. Alan arrugó su nariz por el fuerte olor a huesos podridos y coyote. No cualquier coyote, esa cueva tenia el mismo aroma del animal que Scott y él habían perseguido.

— Es una guarida de coyotes — dijo Stiles.

— Hombres coyote. — aclaró Scott, agachándose junto a sus dos amigos para ver mas de cerca.

— ¿Ven esto? — preguntó Stiles, mostrándoles a sus amigos un abrigo azul que les resulto extrañamente familiar al alfa y omega puro. Ambos asintieron— Es de Malia, es el mismo que usaba en la fotografía.

Scott observo con mas atención la guarida, tomando un oso de peluche pequeño y viejo en sus manos. Alan hizo que soltase eso y negó con su cabeza.

— No deberíamos estar aquí — dijo Alan. Stiles y Scott lo miraron con el ceño fruncido—. Ella no volverá ahora, literalmente acabamos de invadir su hogar — explico con obviedad, jalando a sus dos mejores amigos de las camisas—. No le gustará nuestro olor.

— Pues si no volverá aquí, ¿A donde va a ir? — preguntó Stiles.

— No lo sé…

— ¿Ustedes creen que pueden rastrearla o algo así por su aroma?

Alan y Scott se miraron entre si alzándose de hombros.

— No lo sabemos, puede ser — dijo Scott con preocupación palpable en su voz—. Soy mejor en esto cuando soy lobo, pero ahora me preocupa que si lo hago no pueda volver a la normalidad y Alan cada vez tiene menos control con sus habilidades.

— La puerta sigue abierta...— comentó Stiles, recordando las palabras de Deaton sobre el por que les estaba pasando todo eso. Iban a terminar en una casa para locos si seguían así.

Scott suspiró frustrado y miró a Alan de reojo.

— Si no podemos encontrar a Derek, tendrá que ayudarnos alguien mas — dijo, Alan mordió su labio y asintió. Necesitaban la ayuda de Derek o estarían perdidos. Tanto Derek como Peter no habían dado señales de vida desde que dejaron a Cora con su antigua manada—. Básicamente es la escena del crimen, y no es mi especialidad la investigación — susurró el McCall.

— Pero de mi padre si. — dijo Stiles.

Con esto dicho, Stiles se encargó de llamar a su progenitor; Scott buscaba algo mas que los pudiese ayudar; y Alan trataba de arreglar su ropa para al menos verse mas decente.

Pues un chico caminando descalzo y con ropa del doble de su talla no era la mejor imagen.

El sheriff llegó al cabo de unos minutos con algunos de sus colegas mas cercanos.

Sintió un jalón en su cabello y vió como el Sheriff quitaba una pequeña rama de su cabello para luego comenzar a inspeccionar el lugar. Bajó su mirada avergonzado. Su intento por parecer decente se había ido al carajo.

— ¿Están seguros de que era ella? — preguntó Noah Stilinski a los dos hombres lobo. Stiles mordía su labio con ansiedad.

— Señor Noah, vimos sus ojos y brillaban como los nuestros — explicó Alan, señalándose así mismo y a Scott.

— Eso tiene sentido. — comentó Stiles, intentando convencer a su padre de que lo que decían era totalmente cierto.

— Pero no era Malia, era un coyote de cuatro patas — recordó el Sheriff. El trio de mejores amigos se miraron entre si.