Capitulo III

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Casi a la medianoche mi celular comienza a vibrar, era una llamada. Tan sorprendido me sobresalte y trate de parar el video que estaba viendo pero no podía. Conteste antes de que me cortaran.
-¿hola?- salude dudoso, era un viernes a la noche y como adolescente asocial que soy estaba solo en mi cuarto, nótese el sarcasmo.
-uh.. Mhm, hola- pare el video al escuchar la voz apagada y un poco nerviosa de Gabriel.
-¿Que pasa?-dije suave. Esto no podría ser bueno...
-Yo. Verás -respira entrecortado- se suponía que no ibas a contestar -se queda en silencio- volví a caer en depresión-solloza-
-Tranquilo-susurre en un intento de tranquilizar lo-¿Queres venir? O ¿Preferís que yo vaya?-
-Cre- creo que estaría bien si vos vinieras-susurra apagado- te espero abajo.-
-Esta bien yo ya voy-
Di por terminada la llamada me puse unos jeans que estaban tirados y una buena campera para no cagarme de frío afuera, llaves y celular.
Por suerte vivía cerca de mi casa y aun mejor que mis padres aún estén afuera por que ¿Que excusa puedo tomar para salir de mi casa a las.. 1:30 de la mañana?
Gabi me abrió la puerta y nos fuimos al ascensor donde abrí los brazos y se me apoyo en el hombro. Lo envolví  y me di cuenta que en realidad esta es la primera vez que acude a mi cuando esta triste y quizá, quizá eso sea bueno ¿no?
En su departamento me mostró su brazo lleno de pequeñas cortaduras no llegan a ser peligrosamente profundas.
-Se me rompieron los auriculares- comenzó a hablar sin mirarme- y al llegar no estaba ni mi mama, ni la abuela y me inundo la tristeza... Te mande mensajes por whatsapp -veo mi celular y no mintió pude leer los mensajes en donde decía que necesitaba hablar y que estaba mal.
-Lo lo siento, esta muerda de celular no sonó- y decía la verdad.
-esta bien.. Yo conté hasta veinte y te llame -se tapa los ojos con el brazo sano- esperaba a que no me respondieras la llamada pero-no pudo seguir por que lo abrace.
-vamos a limpiarte ¿si?- asiente con poca seguridad y lo llevo al baño. Tomo con cuidado su brazo y lo llevo bajo la canilla para que le caiga agua. Gruñe del dolor y yo agarro el jabón con mis manos mojadas y lo sobo hasta que me queden con espuma y así con el cuidado que no tenía limpie con mis dedos la sangre. Pude sentir el olor y el estomago se me revolvió. Enjuage y le dije que se sentara hasta que yo encuentre algo para tratar las heridas. Gabriel insistió que no había nada pero pude encontrar agua oxigenada y gasas, perfecto.
Al terminar de vendarlo o el intento que hubo, suspire y lo mire.
-¿En qué piensas?-
-En lo que hubiera pasado si no respondías la llamada -sonrío amargo- no sentía el dolor, hubiera seguido cortando hasta la muerte, hasta dejar de escuchar su voz-lo ultimo lo susurro bajo y sollozo- ne necesito ir a un psicólogo, pastillas o algo así-se tapa la cara.
-Tenes que hablar con tu mama-
-Lo sé-susurro
-¿Queres que se lo diga a Justin?
-Prefiero que lo hablemos entre los tres, eso es mejor.-
-okey- sonreí, quizá un haz de luz en este asqueroso año se abrirá, o quizás esté equivocado.

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2015 ⏰

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