Parte 6

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Desperte de golpe al notar que alguien estaba tocando a mi puerta. Tome mi bata, camine hacia la puerta mientras me la ponía y me asome por el cerrojo, no vi a nadie. Abrí la puerta solo un poco para ver quien era.

–¿Señorita gabriela?– Me pregunto un señor de bigote de alta edad.

–Si, soy yo.

–Tenemos esto para usted, ¿Me puede firmar de recibido?.-Me enseño un enorme arreglo de rosas.

–¿Quien envia esto?– pregunte confundida.

–Aquí esta la tarjeta– me la dio en las manos.

Abri la tarjeta antes de recibir el arreglo, "Tus labios saben a miel y no puedo olvidarlos... Con amor Anthony" sonrei al leer la tarjeta pero puedo aceptarlas, no puedo darle alas, por mucho que me guste no puedo, no puedo ponerlo en peligro.

–Señorita me puede firmar?– El señor de las flores me saco de mis pensamientos.

–Si claro– Le firme y tome el arreglo metiendolo a mi cuarto.

Tome un baño rapidamente, me maquille un poco y me puse un vestido largo color negro y unas sandalias. Antes de salir de mi habitación llame a carlos para preguntarle en que habitación estaba romeo. Tome el arreglo y me dirigi a la habitación del hombre en cuestión. Estaba un poco retirada de la mia y el arreglo estaba pesado pero no me importaba tenia que regresarselo, cuando por fin llegue, estaba un poco nerviosa, me arme de valor y toque a su puerta.

No respondía así que volví a tocar. Iba a dar un tercer toquido cuando me abrió la puerta, estaba en puros boxers con el cabello alborotado, podría jurar que hasta six pack tiene y siendo sincera se veia bastante sexy.

–Gabriela?–sonriendo limpiandose los ojos.

–Lo siento, aun estabas dormido?– pregunte apenada.

-Si, pero no importa. ¿En que puedo ayudarte?– Seguía sonriendo.

–Vengo a regresarte esto– le ofrecí el arreglo.–Te lo agradezco pero no puedo aceptartelo.

–Pero... pero te lo envie a ti, no tienes por que regresarmelo, lo hice por que.... por que...

– bebé, ¿Quien es?.-Le pregunto una rubia asomandose desde adentro en ropa interior.

Arquee la ceja con molestia al ver a esta mujer en su cuarto. Me daba coraje ver como los hombres nos ven la cara de estupidas.

–Con esto... Con mas razón no puedo aceptarlas– le empuje las rosas en el pecho.

–¿Quien es ella?– le pregunto la mujer.– Ohhhh son para mi?– pregunto la rubia emocionada recargada en su hombro.

–Si cariño, me las encargo para – le dije sonriendo.

–¿En verdad? Gracias bebé – le dio un beso en la mejilla tomando el arreglo.

Romeo me veia confundido. Sin saber que hacer, seguro se le quedó la mente en Blanco.

–Esperaaa, tu no eres gabriela smalls?– Me pregunto la enana que estaba a lado de romeo.

– SI

–No puedo creerlo!– Se veía emocionada.– De verdad que te admiro y siempre, siempre pienso y le digo a todos que me encantaria ser como tu!– me reí con arrogancia.

–¿Enserio?– Anthony seguía estático sin saber que hacer.

-Siii

–Pues cariño dejame decirte que te falta...– Fingí que pensaba.– Te falta estatura... bastante, y clase.. mucha clase– la mire de arriba abajo y Fulmine a romeo con la mirada.

No Pierdas tu tiempo.... (Romeo Santos) En Edición. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora