Las palabras solo serán palabras hasta que las lleves a la vida.
Tú que me prometiste tanto, yo como tonta te creí, y ahora lo veo todo muerto, muerto como mi corazón latente está.
Tú, que me tentaste como la serpiente en el Edén, envidia corre por tus venas que azules quieren ser, pero nunca serán reales.
Tú, que tus mentiras nunca perdonaré, porque el vacío que ahora siento por tu mal ninguna disculpa lo podrá llenar.
Tú, que con tu venenosa boca contabas irrealidades tan dulces manipulabas la justicia, no me merecías.
Y yo, que era una persona demasiado crédula ya he aprendido, he aprendido que la vida está llena de falsas verdades, verdades falsas que el tiempo no podrá borrar, y mientras las manecillas del reloj corren, los mentirosos y falsos no las podrán alcanzar con la suficiente rapidez, haciendo que su vida ya no sea vida de nuevo.
La nada les acorrala.... se quedan en lo que esa misma palabra designa.
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Mamá, ¡quiero ser escritora!
Non-FictionSólo estúpidos textos escritos por una adolescente cualquiera que publica cuando esos asquerosos pensamientos a los que llama inspiración la vienen a la mente. <b>Julio 2015©