Cuando el sol conoció a la luna

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Hace mucho tiempo atrás, los astros conocidos como el sol y la luna eran solo unas simples personas.

El sol era un chico rubio de ojos azules color zafiro escondidos atrás de unos lentes. Había gente que lo adoraba por su sonrisa contagiosa y su personalidad radiante, lamentablemente, habían otras personas que lo detestaban.

En otro lugar, se encontraba la bella luna. Un chico de cabellera rubia, cejas pobladas y ojos verdes color esmeralda. Esos ojos tenían un cierto brillo que los hacían especiales y únicos. El tenía una personalidad totalmente contraria a al del sol. El era serio y no confiaba en mucha gente.

Todo el mundo pensaba que ellos nunca se encontrarían, pero el destino nos jugo una trampa.

Eran las seis de la tarde en la ciudad estadounidense de Nueva York. Ese día era una hermosa tarde, con uno de los mejores atardeceres con los que alguien pudiera ver, y ese alguien era un chico, sentado en la azotea de uno de los edificios más altos de la ciudad. El, solo, estaba admirando el hermoso paisaje, que por primera vez, lo pudo apreciar con sus propios ojos. Para el ojiverde ese lugar era su lugar de descanso, no se sentía ningún ruido de la ciudad, y gracias a eso ese lugar era tranquilo, relajante, perfecto...
Algo saco de sus pensamientos al chico.

-¿hola?- dijo una voz masculina - ¿hay alguien ahí? - El ojiverde se sorprendio al escucharlo, lo unico que pudo pensar fue esconderse y ver que hacia la persona que invandio su privacidad. -bueno, se ve que no hay nadie por aquí- dijo el chico con un leve suspiro.

El chico misterioso recorrió el lugar, como si estuviera buscando algo.
Arthur espero que el muchacho se valla, cosa que después de un rato pareció que lo hizo.
Arthur volvió a su lugar, cosa que no pudo hacer porque vio a cierta persona en el.

- Si que es hermosa la vista desde aquí. - el chico misterioso mirando hacia el atardecer, el muchacho voltio la cabeza para mirar a Arthur- ¿no es verdad?-

- Emm... primera cosa, hola, y segunda cosa, ¿Cómo conoces este lugar?- dijo arthur nervioso.

- Solo lo conozco- el muchacho se paro y le extendió la mano a Arthur.- ¡Mucho gusto! Soy Alfred F. Jones o más conocido como ¡el héroe! - dijo el Alfred eufórico - a si, y ¡también me conocen como el Sol! - se acerco a Arthur y le sonrió - tu debes de ser la Luna ¿verdad?

En ese mismo momento Arthur no sabia que hacer, ¿Cómo lo habian encontrado? El solo suspiro y miro a Alfred serio.

- Mira, si me quieres llevar a ese lugar de nuevo voy a escapar otra vez. No pienso volver allí. - El recordaba por que odiaba ese lugar tanto, era por lo que le hacían; los esperimentos, el sufrimiento y muchas mas cosas que no quiere recordar.

- Tranquilo Luna, yo también escape de allí, para vivir una nueva vida. -admitió Alfred, en su rostro Arthur pudo notar que el decía la verdad.- Asi que te vine a buscar... quería encontrar a mi alma gemela.

Los cachetes del ojiverde se ensendieron al encontrarse con la honesta mirada del ojiazul. Arthur, estiro sus brazos y abrazo al Sol. El no lo notaba pero las lagrimas le caían solas por los ojos...
Estaba feliz de por fin encontrar al chico que lo ayudo a salir de aquel lugar, y el que sin pensar lo abandonó...

☀☀☀☀☀☀

Bueno, se que no es lo mejor pero yolo... escuche la canción y me enamore.
Tenia ganas de poner una frase asi que la pongo aqui...

ELLOS ERAN COMO EL SOL Y LA LUNA, SIEMPRE CERCA, NUNCA JUNTOS.

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2016 ⏰

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