SALTO DE AMOR

CAPITULO 1

Kev:

Despierto en medio de la madrugada con un infernal pesadilla, abro los ojos para encontrarme a un muy cariñoso y dormilón Pat acostado al lado mío, está ocupando el setenta por ciento de mi cama obligándome a ocupar una pequeña parte de esta, lo corro un poco y me acomodo mejor, no dejo de pensar en la pesadilla que aún está gravada en mi mente, se reproduce una y otra vez esa imagen en la que fallo el salto y golpeo el agua muy duro, me detengo a pensar la razón que produjo la pesadilla o si mi subconsciente está tratando de mostrarme algo, las clasificatorias se avecinan y necesito un muy buen puntaje para aspirar a un cupo en el equipo nacional, intento no pensar en eso, pero es constante la presión que siento.

Miro el reloj son las 3:19 de la madrugada, cierro los ojos en un intento por tratar de conciliar el sueño, un poco pero el inquieto Pat no deja de dar patadas, revolcarse en la cama y mover juguetonamente su colita, hasta que logro quedarme dormido.

-levántate Kev son las siete de la mañana, tu entrenador te cito a las 8 no?

¡Las siete¡, son la siete hay una voz molesta que me lo recuerda cuando me pongo a analizarla caigo en cuenta de lo atrasado que estoy me levanto casi cayendo de la cama y me cambio con una rapidez jamás pensada para mí, puesto que suelo demorarme en el proceso, bajo las gradas para escuchar a mí ya de por si frenética madre gritar una y otra vez que me apure –Demonios Kev, vas tarde- me recrimina aireadamente – lo se mamá, se me hizo tarde Alek pasa por mí, también te quiero- me despido de ella para encontrar a mi muy demente mejor amigo aparcando su muy lujoso y nada merecido Renoult sandero. – Mierda Kev no podrías al menos ducharte antes de poner tu sudoroso y nada aseado cuerpo en mi automóvil- como odio esa arrogancia en él, pero no lo puedo evitar ha sido mi mejor amigo desde el jardín de niños, cuando creía que yo había tomado su pelota y me advirtió que de ahí en adelante tendría que servirle por el resto de sus días. Han pasado más de doce años y aún lo molesto con eso pero de resto Alek es la persona en la que más confió y omitiendo sus muy grandes y notorios defectos sé que en el fondo se preocupa por mí y por el bienestar del equipo. –Diviértete un poco Alek, con ese mal carácter que te mandas ya sé por qué aun no has conseguido una novia- le exclamo, mientras me observa por el espejo retrovisor- eres un imbécil sabias-. Me grita acompañado de una muy pero muy fulminante mirada-okey entendí el mensaje, no dañes el día solo conduce hasta el complejo deportivo- me mira con cara de muérete pero asiente.

Llegamos al complejo deportivo a tiempo se puede considerar un milagro considerando la manera de conducir de Alek quien trata de ser lo más cuidadoso con su automóvil - uff a tiempo y sin ningún rasguño- observa a su automóvil con esa mirada que ponen los esposos cuando sus mujeres les sirven la cena.

-eso es totalmente desagradable, busca afecto en una persona real- le recrimino me mira por unos segundo y reímos.

Nos apuramos a entrar en el complejo deportivo llevamos nuestro equipo para el entrenamiento y nos cambiamos. El entrenador nos miraba y señalaba su reloj en señal de apúrense, entendimos el mensaje y nos cambiamos. Cuando estuvimos listos, nuestros compañeros ya se encontraban calentando corrimos y nos incorporamos a los ejercicios.

Una vez acabamos fuimos acomodados en fila y a orden del entrenador recibimos la dificultad de los saltos que debíamos realizar. – muchachos los saltos ornamentales requieren sacrificio en un momento estas en la cima crees que as realizado tu mejor salto pero olvidas que aun te hacen falta cinco, cuatro, tres saltos en un abrir y cerrar de ojos puedes perder la medalla, los puntos y tu posición, contrariamente puede ocurrir lo contrario en el último instante puedes ganarlo todo-. El entrenador era una persona que sabía muy bien de estas cuestiones había ganado la medalla de oro con el equipo de la nación en los olímpicos del 96 y del 2000 era mi ejemplo a seguir y una persona muy exigente, bueno a su modo.

Empezamos la serie en el trampolín de 3 metros, no era mi especialidad puesto que se me dificultaba conseguir altura pero me defendía un poco, a diferencia de mi Alek era excelente en esta modalidad yo podía jurar que entraría en el equipo nacional sin dificultad, rezaba para que entramos ambos al equipo ese había sido nuestro sueño y una promesa que nos hicimos ambos cuando miramos por primera vez a un muchacho saltar en la tele había visto como brincaba y daba vueltas en el aire para después entrar en el agua y esperar su puntuación, jamás había visto algo tan llamativo me enamore de este deporte desde ese momento y supuse que el idiota de Alek también porque no quitaba esa cara de retraso mental del televisor desde ese pequeño instante habíamos fijado nuestro proyecto de vida y ser campeón olímpico estaba en esas posibilidades.

Los demás integrantes del equipo uno a uno iban realizando los saltos eran de verdad muy buenos, llegó el turno del idiota de mi amigo y sabía que iba a ser uno de los mejores saltos. Él ya había participado en varios campeonatos juveniles representando al país al igual que yo pero mis posiciones no eran tan buenas como las de él.

-. IVANENKO tu turno. ¡Ahora!- Dios odiaba cuando me gritaba por mi apellido subí de prisa y me prepare para el salto, empecé a saltar para ganar altura y cuando me lance hacia el agua no importaba nada era solo yo en el aire girando sintiendo como el roce del aire estremecía mi cuerpo, junte los pies y brazos preparándome para entrar en el agua.

-Mierda! Kev consigue saltos así y entraras en el equipo- me grito Alek desde el borde de la piscina. –En verdad estuvo bueno- le respondí –Jesús ha sido uno de los mejores saltos que tu miserable cuerpo pudo dar- le sonreí y me prepare para Salir de la piscina, me sentía orgulloso de lo que había hecho y se reflejaba en mi cara.

-el entrenador tiene que ser tan jodido arruino lo que quedaba de mi miserable fin de semana y MI amigo tenía planes y cuando hablo de planes eran en verdad unos buenos planes-

-ya lo sé Alek lo has estado repitiendo todo la mañana desde que fuimos elegidos por acción divina para limpiar el complejo, y creo que fue tu culpa al no querer responder a las preguntas que te había realizado con respecto a cómo te sentías con tu salto-.

-era en verdad una pregunta estúpida me sentía bien no se demostraba en mi angelical cara? –

Reí en voz alta mientras él me miraba. – sabes cómo funcionan las cosas aquí el entrenador podrá ser un maldito asocial total pero gracias al somos buenos en lo que hacemos, no crees?-

-tienes razón ahora acabemos rápido esto-

Y así termino el resto de nuestra mañana limpiando cuando acabamos nos dirigíamos al automóvil de Alek cuando una llamada telefónica del entrenador capto mi atención.

-estoy seguro de que se adaptara bien al equipo, aparte se encuentra en un muy buen momento y el cambio de país y equipo es lo que me preocupa, pero tengo fe de que ara un muy buen papel y tal vez consiga entrar al equipo nacional-.

Escuchaba atentamente cuando Alek me grito desde el automóvil. – Podrías ser tan amable de traer tu culo al asiento del carro, estas parado como un maldito stalcker y eso amigo en verdad me molesta-. Deje de escuchar la conversación que había capturado mi atención y me dirigí a toda prisa asía Alek.

Lo mire y le dije- adivina tendremos un nuevo miembro en el equipo-. Me miro con cara de incredibilidad-.

-Ningún nuevo puedo entrar al equipo y menos en junio llevamos más de cuatro meses en este ciclo y es muy tarde para que alguien nuevo entre al equipo-.

-Te equivocas lo acabo de escuchar del entrenador y debe ser alguien de verdad bueno, porque para que el entrenador lo reciba a estas alturas de verdad debe ser un muy buen saltador-. La cara de Alek reflejaba temor lo sabía tenía miedo del cupo en el equipo nacional y si él estaba preocupado yo debería estarlo el doble.

-Bueno miremos que tal es primero antes de sacar juicios acerca de ello.